El colegio es un ecosistema conocido para todos: entre otros, hay depredadores que circulan por los pasillos en los intermedios como tiburones que sueltan empellones y risotadas y, por supuesto, grupos de marginados, renegados y resignados. La lógica de esas relaciones tróficas ha sido explotada desde hace décadas en diversas series televisivas y ha labrado varios arquetipos que son el calco de ese entorno en el que triunfamos o padecimos. Como sea, el colegio fue, más allá del adiestramiento canino para una prueba de alternativas de un par de horas, un espacio de aprendizaje.

Y lo que aprendimos fue en parte a vivir, a amar, a odiar, a resignarse, a perder y a ganar. En ese escenario desfilábamos en una fiesta de apariencia y simulacro que no era más que un ensayo de lo que vendría después. Todos pretendimos ser algo allí y acabamos siendo otra cosa que, dependiendo del caso, persistimos o abdicamos.

Lo que distingue a Geeks and Freaks de otras series del subgénero es que aquí los arquetipos se centran en la marginalidad pero vista bajo diversos prismas: la invisibilización  por ser un perno, la anulación académica por esa incompetencia oculta en una rebeldía que inflama corazones adolescentes; una mediocridad no reconocida y que solamente es semillero de idealismos y sueños irrealizables como ser el baterista de Led Zeppelin. Todo se funda en parecer lo que queremos ser. Por otro lado, esta highschool sitcom de una única temporada tiene un sello muy particular que puede constatarse en la tesis que sostiene toda la trama: podemos tratar de ser o parecer una cosa, pero lo que somos es imbatible. Geeks and Freaks ofrece una mirada de vuelta a nuestra propia adolescencia en la que nos vimos inmersos en un ecosistema en el que la lucha, a pesar de todo, acababa siendo personal.

Geeks and Freaks es, más allá de una sitcom que se sirve de la estética de los ’80, que fraguó la adolescencia de toda una generación (su público objetivo que, aparte, ha arrastrado al grupo que le sigue), es una forma de bildungsroman televisiva, algo así como una bildungs-sitcom. Las novelas de formación como el Finnegan’s wake o El guardián entre el centeno interpelan a una edad en la que ser y parecer se superponen y tensionan en un intenso conflicto hormonal, sentimental y vocacional. Padecemos adolescencia hasta varios años después, pero lo que nadie nos dice es que la enfermedad regresa como un resfrío estacional. Esta serie, protagonizada por Linda Cardellini, se basa en esta idea para explotar una serie de arquetipos que se fundan en ese espacio formativo pero que luego mutan y proliferan en nuestra vida adulta. Los personajes luchan capítulo a capítulo para abrirse paso en ese hostil ecosistema, buscando su espacio y algo que puedan definir como ellos mismos. La historia se centra en una familia norteamericana de clase media, encabezada por un padre conservador que es una especie de satirización del mundo adulto normalizador que ataca constantemente a Lindsay (Cardellini) alimentando esa inestabilidad identitaria que la lleva a abandonar a los pernos «mate atletas» para empezar a pasar el tiempo con los inadaptados, flojos y desconectados.

Geeks and Freaks es una comedia de formación. Los personajes encarnados por la dupla Rogen-Franco son hilarantes por su carácter displicente y desconectado con el mundo, pero que cada tanto iluminan a Lindsay con esa rebeldía gratuita pero impetuosa y perentoria; Jason Segel acaba casi conmoviéndonos por su ingenuidad e idealismo tan celosamente guardado de su padre y de sus amigos. Todos los personajes quieren vestir su ser de un parecer, como si fuesen larvas en espera de convertirse en adultos extraordinarios pero que, al final, acaban siendo esos arquetipos de los que trataron de huir. Todos menos Lindsay, quien renuncia en un momento a todo parecer para por fin tratar de convertirse en ella misma. Al concluir su única temporada transmitida, acabamos preguntándonos si nosotros mismos, en nuestro paso por el colegio, realmente aprendimos algo.

Julio G., Doctor en Humanidades.

Geeks and Freaks

Temporadas: 1

Capítulos: 18

Directores: Paul Feig, Jake Kasdan, Judd Apatow, Bryan Gordon, Ken Kwapis y Lesli Linka Glatter.

Dónde verla: Netflix

Calificación en IMDb: 8,9