La solución menos mala. Con eso se determinó encarar la crisis de la PSU. El daño causado por el sabotaje de grupos organizados fue de tal gravedad, que cualquier decisión que se tomara sería injusta para unos u otros. La resolución del Cruch fue mixta: por una parte se tomarán las pruebas de Lenguaje y Matemáticas a los alumnos que no pudieron darla (un 30% del total), pero por otra se cancelará la aplicación de la filtrada prueba de Historia. Esta última medida fue la que generó más polémica… En síntesis, el sabotaje de la ACES causó un daño profundo en el proceso de admisión universitario chileno y sus administradores no pudieron o no supieron resolver de una manera que dejara tranquilos a todos.


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