Hay varios nombres que se repiten cual “letanías” cuando los encapuchados salen a hacer las barricadas frente a algunos de los colegios emblemáticos. Punky Mauri (Mauricio Morales Duarte), Sebastián Oversluij y Claudia López, son algunos de ellos. Los tres se vinculan al movimiento anarquista, pero el de López ha resonado más recientemente desde que apareciera en el comunicado del grupo “Cómplices Sediciosos/Fracción por la Venganza”, en el que se atribuyen las cartas bombas contra la 54° Comisaría de Huechuraba y el ex ministro Rodrigo Hinzpeter, del pasado 25 de julio.

“Compañera Claudia López, presente”, gritaban el año pasado en las afueras del Liceo Darío Salas y del Internado Nacional Barros Arana (INBA), junto con lanzar panfletos conmemorativos, explican quienes han sido testigos de los disturbios.  

Desde la propia municipalidad de Santiago han advertido que quienes están detrás de los encapuchados son grupos anárquicos que quieren «terminar con la educación pública porque la comparan con un modelo de mercado». También han identificado 21 días que son más susceptibles a que ocurran hechos de violencia en los establecimientos. La mayoría de estas fechas se relaciona con muertes de comuneros mapuches o de anarquistas.

En 2018 se cumplieron 20 años de la muerte de Claudia López Benaiges, por lo que las consignas con su nombre, “se escucharon más de lo normal”. López era alumna de Castellano del Pedagógico, y tras ser expulsada de allí estudió danza en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Murió luego de recibir un balazo por la espalda, en una protesta en conmemoración del 11 de septiembre en La Pincoya. Por su muerte se culpa a un carabinero y se le considera la primera “mártir” de los grupos anarquistas que operan en Chile.

El comunicado de Cómplices Sediciosos/Fracción por la Venganza indica que el explosivo enviado a la 54° Comisaría de Huechuraba obedece a que era ese el cuartel policial encargado de controlar el territorio donde murió «la compañera anarquista Claudia Lopéz durante los enfrentamientos callejeros de septiembre”. Por esta misma razón, dicen, dirigieron la bomba al mayor de carabineros Manuel Guzmán. 

En la página de Contra Info abundan las menciones a la joven, apodada como “la chica Claudia”. Hay un texto firmado por la “Coordinadora a 20 años del asesinato de la compañera Claudia López” en el que hacen un llamado “a cada compañerx, individualidad, colectivo, grupo, organización e iniciativa para que levanten su propia actividad o propaganda en la multiforme variedad que pueda tener la memoria, tomando en sus manos la labor colectiva para que esta fecha no pase desapercibida”.

En la misma plataforma aparece una publicación escrita “desde algún lugar del territorio chileno”, también a propósito de esas dos décadas, con un afiche conmemorativo. “Salimos a la calle en nuestra población a recordarla; colgamos un lienzo, armamos barricadas de fuego y hostigamos a la policía junto a nuestros/as compañeros/as y vecinos/as”. 

Claudia López y su vinculación a los atentados explosivos

La página web en la que se divulgó la reivindicación del ataque, se define como un “nodo internacional multilingüe de contrainformación y traducción”, que es mantenida por “anarquistas, antiautoritarios y libertarios activos”. Además, explican que comenzaron actividades a principios de 2010 en Atenas (Grecia); y en Latinoamérica difunden comunicados de grupos anarquistas de Chile, Argentina y México.

El portal difunden las imágenes de los hechos de violencia frente a los liceos emblemáticos que recuerdan a López. Hay un posteo de 2016 que muestra a jóvenes encapuchados rodeando una espiral de humo negro. “Fuertes enfrentamientos en el Liceo Darío Salas en memoria de Claudia López”, dice la descripción. 

Hay otra publicación del 13 de septiembre de 2017, titulada Reivindicación de acción a la memoria de la compañera Claudia López desde el Liceo de Aplicación, en la que explican que el día anterior hubo un “cortakalle” para recordar a la joven. El texto cierra diciendo “septiembre negro. septiembre de caos. Viva la anarkía”. Cuando se cumplieron 18 años de su muerte, en 2016, también publicaron en la página mensajes alusivos a ella: “No olvidamos tu danza de guerra”.

Por otro lado, existen perfiles de Facebook que muestran fotografías del 27 de agosto de 2018 en las que encapuchados levantaron “barricadas feministas” y en conmemoración a Claudia López en el Liceo Darío Salas.

La Fiscalía aún no ha confirmado que el grupo que se atribuye el atentado sea efectivamente el que envió los explosivos. No obstante, tampoco es la primera vez que hechos de este tipo se asocian al nombre de Claudia López. El 3 de septiembre de 2008 un falso aviso de bomba movilizó a efectivos del Grupo de Operaciones Especiales (GOPE) de Carabineros hasta el casino de la institución ubicado en la calle Serrano, en Santiago. En su momento la policía explicó que recibieron una llamada anónima, de un hombre, alertando de la existencia de una bomba en el lugar. Si bien se trató de un aviso falso, a través de un mail un grupo autodenominado “Claudia López Benaiges” se adjudicó el llamado. “A diez años de tu muerte Claudia López, un homenaje”, escribieron en el mensaje. 

En Contra Info además hay publicado un mensaje en diciembre de 2018, titulado “Adjudicación de artefacto incendiario en bus del transantiago” que, explican, fue instalado en “una micro del recorrido 506 camino Plaza de Maipú” y luego nombran a Claudia López y a Sebastián Oversluij, un anarquista que murió en diciembre de 2013, cuando intentó asaltar una sucursal de Banco Estado en Pudahuel. Le disparó el guardia de seguridad del banco. 

Oversluij, también tiene escritos conmemorativos en el portal, en este caso firmado por el Colectivo Lucha Revolucionaria. Este mismo grupo, junto con Algunxs Afines por la Anarquía y Núcleo ácrata Alexandros Grigoropoulos, también han publicado escritos en recuerdo a López.

Los hechos violentos en los liceos no se atribuyen a grupos anárquicos solamente por los nombres que mencionan en sus protestas, en los muros de los establecimientos que son escenario de disturbios y en la ropa de los encapuchados aparecen figuras que aluden al anarquismo, como la “estrella del caos”, un símbolo de ocho puntas que termina en flechas y que alude a la “magia del caos”. La figura se refiere a la “dispersión de la violencia y el desorden en la sociedad, para mantenerla en un estado de miedo constante”, según explica una fuente que ha seguido de cerca estos casos. Otros rayados representan el antiespecismo y el anarcoveganismo. Además, el grupo Darío Rebelde ha pintado símbolos feministas en sus uniformes. 

Otras fechas que son susceptibles a que haya disturbios son el Día del Joven Combatiente (29 de marzo), o el 8 de agosto, conocido como el “Día del Gato”, que es emblema de algunos grupos anárquicos.

Manuel Gutiérrez, el detonante de Hinzpeter

Un adolescente muerto durante una manifestación el 25 de agosto de 2011 también ha sido tomado como bandera de lucha por los encapuchados. Manuel Gutiérrez tenía 16 años cuando lo alcanzó un balazo de carabineros en el tórax durante una jornada de paro general convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y también en apoyo a las movilizaciones estudiantiles de ese año. 

En ese entonces Rodrigo Hinzpeter ocupaba el cargo de ministro del Interior. En el comunicado en el que se adjudican el atentado se le señala por “cargar con los cadáveres de Manuel Gutierrez, los 81 presos de la cárcel San Miguel y los heridos de las revueltas de Aysen y Freirina”.

El 25 de agosto de 2014 se debió desalojar a los alumnos del Darío Salas y del Amunátegui que se habían tomado los establecimientos en conmemoración de la muerte de Manuel Gutiérrez. También hubo disturbios en el INBA que obligaron a desalojar a 1.800 estudiantes y que dejaron un saldo de siete detenidos. En ese establecimiento educacional la protesta de los encapuchados también se debió al aniversario de la muerte de Gutiérrez. Tres años después, en 2017, hubo una nueva jornada de enfrentamientos entre carabineros y encapuchados afuera del INBA, por este mismo motivo. 

Su nombre también ha sido vinculado antes con materiales inflamables. Según Contra Info, en la madrugada del 1 de septiembre de 2011 atacaron la Embajada de Chile en Uruguay, “introduciendo un material inflamable por la puerta, ocasionando un incendio” en rechazo a las muertes de Mario Parraguez Pinto (18 años) y Manuel Gutiérrez (16 años). La nota la firman “Algunxs antiautoritarixs”.

En 2011 y 2012 la figura de Hinzpeter estuvo constantemente en la noticia, no solo por las movilizaciones estudiantiles, también por la llamada “Ley Hinzpeter” que según el entonces ministro buscaba controlar la violencia en las manifestaciones, y por las modificaciones que debió hacer a la Ley Antiterrorista por las presiones del pueblo mapuche. 

El abogado constitucionalista Patricio Zapata recordó en una columna publicada en La Tercera que en 2011 “a pocos metros del Palacio de La Moneda, en el frontis de la Casa Central de la Universidad de Chile, se desplegó por semanas, a vista y paciencia de las autoridades de la Casa de Bello, un enorme lienzo con la cara de Hinzpeter, con una vergonzosa esvástica de adorno y dibujada en su frente la marca de la mira de un rifle”.

En 2012, en una manifestación en la Plaza Italia contra la llamada Ley Hinzpeter también hubo pancartas con el rostro del entonces ministro apuntado por un arma. 

“Hace unos pocos días, mentes llenas de odio enviaron encomiendas cargadas de explosivos para matar a Rodrigo Hinzpeter y a cuantos carabineros pudieran alcanzar en la Comisaría de Huechuraba. Hay que dar gracias a Dios que no hubo víctimas fatales. Todos los sectores de la sociedad, más allá de cualquier diferencia política, debemos plantear una condena inequívoca a los actos terroristas. Sin duda, hay cosas que podemos mejorar de la legislación vigente. Hay mucho que hacer en el terreno de la acción de policías y fiscales. Mientras tanto, mostremos a los violentistas que su acción criminal es repudiada por todos los sectores del país. Sin cálculo político. Sin complejos”, cierra Zapata su columna.