Este martes se cumplirán cuatro meses desde que comenzó el estallido, el 18 de octubre del año pasado. Pese a que ya han transcurridos más de 120 días desde el inicio de la crisis, las protestas han continuado… al igual que los hechos de violencia. En este contexto, surgió el concepto de la «primera línea», manifestantes que se enfrentan semanalmente contra Carabineros, además de participar en ataques a la propiedad pública y privada.
A mediados de la semana pasada, el senador José Miguel Insulza (PS) criticó a estos grupos y afirmó a T13 Radio que «las primeras líneas son ajenas a nuestra política y no van a llevarnos a ninguna parte». Una frase que se enmarca en medio del debate que ha generado la posibilidad de que las movilizaciones vuelvan a recrudecer en marzo.
A pesar de la violencia que todos los viernes se vive en Plaza Italia, estos cuestionamientos, la «primera línea» ha recibido distintos respaldos. Como a fines de enero, cuando un grupo de estos encapuchados fue «homenajeado» en el ex Congreso Nacional, durante el Foro Latinoamericano de Derechos Humanos, en el que participaron figuras como el ex juez español Baltasar Garzón y el líder de Podemos Juan Carlos Monedero, evento que fue liderado por el senador Alejandro Navarro.
Un apoyo que no ha sido solamente simbólico. Distintos grupos han ayudado a mantener a la «primera línea» en acción. Alimentación, financiamiento y defensa jurídica forman parten de la «red de colaboración» con la que cuentan.
Las ollas comunes de la Central Clasista de Trabajadores
«Solidaridad y apoyo en la lucha, olla común», señala el afiche con el que la Central Clasista de Trabajadores (CCT) convocó a realizar una actividad para alimentar a los integrantes de la primera, el 9 de diciembre pasado, que tenía como punto de encuentro el Parque Forestal, un día después la organización daba cuenta de la actividad afirmando que era en «apoyo a las y los compas que se mantienen dando la pelea».
Los almuerzos que entregaba la CCT se realizaron durante noviembre y diciembre, y fueron destacados por medios como la Radio Villa Francia que dedicó posteos en Facebook para destacar el apoyo que entregaba el organismo sindical a la «primera línea».
La Central Clasista de Trabajadores nació a comienzos de septiembre de 2018, luego de que un grupo de dirigentes de la Central Unitaria de Trabajadores abandonara la organización y crearan un nuevo referente con una postura más radicalizada. En la página web de la CCT se puede leer que el objetivo de la agrupación sindical es «luchar en primera instancia por condiciones dignas para nuestra clase, eso va implicar responder con fuerza, y combatividad en cada puesto laboral».
Esta postura se vio reflejada durante la conmemoración del 1 de mayo del año pasado, cuando convocaron a una marcha alternativa, la que terminó con serios incidentes protagonizados por encapuchados. En la oportunidad llamaban a «expresar la rabia que tenemos contra el sistema capitalista», según el llamado a la manifestación.
Si bien la iniciativa de la olla común se extendió durante todo diciembre, el 8 de enero la Central Clasista emitió un comunicado en el que informaba que habían decidido suspender la actividad durante enero y febrero para «orientar todo nuestro respaldo, apoyo y solidaridad» a los detenidos desde el 18 de octubre pasado».
La CCT ha contado con el apoyo del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez (MPRM) para organizar las ollas comunes, colectividad fundada por un grupo de ex integrantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez que decidió abandonar la lucha armada a fines de la década de los 80.
El MPRM difundió constantemente las convocatorias realizadas por la Central Clasista, incluso afirmando que estaba presente en las ollas comunes. «Queremos seguir estando presentes con nuestro pueblo» sostuvo la organización a fines de noviembre al difundir una de las actividades en donde además señalaron que esperaban a los manifestantes con mucho afecto para «compartir una merienda hecha con cariño y convicción«.
Uno de los principales dirigentes del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez es Marco Riquelme quien fue presidente de la colectividad entre 2016 y 2017, período en que la tienda fue reconocida legalmente por el Servel como partido político. Riquelme, junto a su pareja Owana Madera -quien fue tesorera del MPMR-, tuvieron una activa participación en las movilizaciones que realizaron las estudiantes del Liceo 1 Javiera Carrera durante 2018.
Madera, de hecho, ha sido la principal dirigente de Javierinas Dignas, agrupación de padres y apoderados creada en 2017, la cual ha organizado movilizaciones de padres y alumnas, tomas y marchas en el centro de Santiago, siempre con críticas a la gestión de la dirección del colegio y al municipio encabezado por Felipe Alessandri.
El apoyo del Frente Patriótico Manuel Rodríguez a la «primera línea»
Los rodriguistas encabezados por Marco Riquelme no es el único grupo de esta tendencia que ha apoyado a la «primera línea». Integrantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez también han asistido a Plaza Italia para expresar su respaldo a los encapuchados. Según un registro audiovisual publicado por el canal de YouTube Assmar TV, miembros del FPMR llegaron a la zona cero del estallido social a mediados de diciembre del año pasado.
Durante la conversación uno de los frentista -que se encuentra encapuchado con una pañoleta del FPMR-, responde al ser consultado por un manifestante sobre la posibilidad de una lucha armada que «si nosotros viéramos que el pueblo está convencido a dar la vida». Los rodriguistas fueron consultados sobre cuáles eran los pasos a seguir en el estallido social. «Es necesario que la gente aprenda, nosotros cuando decidimos tomar las armas fue después de que nos agarran a palos y darnos cuenta de que las piedras no servían«, afirma uno de los militantes del FPMR quien incluso citó al dirigente comunista chino Mao Zedong quien dijo «las armas están ahí, vayan y búsquenlas si las necesitan» y sostiene que los «culpables son los ricos» nos los guardias ni carabineros.
Además de ir a Plaza Italia para dar «consejos de lucha», el FPMR asistió a los funerales de Mauricio Fredes, hombre de 33 años que falleció a fines de diciembre cuando cayó a una fosa en medio de los disturbios de una jornada de violencia. A través de un comunicado la dirección nacional dio a conocer que formaron parte de la guardia de honor que custodió el cuerpo de Fredes.
Una situación similar ocurrió durante el funeral del barrista de Colo Colo Jorge Mora. «Hemos sentido la obligación de venir a presentar nuestras condolencias», se lee en a publicación que los frentistas compartieron a través de Facebook, en donde muestran fotos de miembros con pañoletas de la organización durante el cortejo fúnebre.
La recaudación para la «Cena de año nuevo en Plaza Dignidad»
Cuarenta colaciones, 50 sándwiches y 450 cenas, son parte del balance de la «Cena de Año Nuevo en Plaza Dignidad» que realizó el «colectivo Zena Cero», quienes se define como una «agrupación de personas auto-convocadas» que se formó para «homenajear» a la «primera línea». A quienes también se les agradece por haber organizado entre «turnos para cenar mientras el resto contenía a las fuerzas policiales».
El balance da cuenta además que el colectivo logró reunir $1.680.000, de los cuales $980 mil fueron recaudados durante la campaña previa a la cena de fin de año y los $700 mil restantes gracias a una donación de chilenos residentes en Canadá. Zena Cero incluso realizó una mención especial durante su rendición de cuentas al Centro de Padres y Apoderados del Liceo N°1 Javiera Carrera «Javierinas Dignas», fundado por Owana Madera, quiene «hicieron una colecta entre sus integrantes».
El evento que se realizó el 31 de diciembre del año pasado en Plaza Italia, no solo contó con el apoyo económico y de donaciones para realizar la cena para recibir 2020, sino que también fue respaldado activamente en redes sociales por cuentas de Instagram, que se encargaron de la difusión de la actividad. Perfiles que reunían a más de 300 mil seguidores, se dedicaban a convocar a diversas manifestaciones y dedicaban duros mensajes en contra del Presidente Piñera y los políticos.
Asistencia judicial para la «primera línea»
«¡Kevin y Mauricio en libertad! Hoy la Corte de Apelaciones confirmó la resolución del Juzgado de Garantía acogiendo las alegaciones de Defensoría Popular», publicó el 8 de febrero la Defensoría Popular, organización que se define como una «herramienta de defensa de los derechos de luchadores sociales».
La Defensoría Popular fue creada por María Rivera, quien es la principal dirigente del Movimiento Internacional de Trabajadores (MIT) -de corte trotskista-, uno de las pocas organizaciones políticas que puede estar en Plaza Italia y que, además ayudó a la fundación de la Central Clasista de Trabajadores.
La organización jurídica de Rivera ha defendido varios casos de presuntos implicados en ataques incendiarios contra el Metro y detenidos durante los disturbios que han ocurrido desde el 18 de octubre, además de prestar asesoría legal a imputados por la Ley Aula Segura. Dentro del estallido uno de sus logros fue obtener la libertad de Ariel Cifuentes, quien fue acusado de provocar daños e incendios en la estación San Pablo de la Línea 1.
Rivera no es la única profesional que se ha encargado de proteger a la primera línea» en tribunales. El jurista Rodrigo Román –expulsado de la Defensoría Popular en 2015-, es el abogado del barrista de 16 años identificado con las iniciales B.E.S.M., el primer formalizado por incendiar el Metro.