Casi en el penúltimo párrafo del comunicado de una reunión que sostuvo uno de los Centros de Padres del Instituto Nacional con el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, y personal de la Dirección Educacional del municipio, se lee: «Alcalde solicita a la brevedad actualizar manual de convivencia». 

La petición, hecha el 26 de mayo, no es nueva dentro de la comunidad. Y reflota cada vez que se agudizan los hechos de violencia en el liceo emblemático, tal como ha ocurrido en las últimas semanas. Diez días antes ya se había tocado el tema en el municipio. Esto se ve en el documento “Diez medidas urgentes para devolverle el Instituto Nacional a sus alumnos”, en donde se describen una serie de disposiciones que configuran el plan de la municipalidad para frenar la violencia dentro del colegio. Y entre sus puntos se plantea la necesidad de actualizar el Manual de Convivencia vigente: «A mi parecer, no contiene sanciones acordes a los hechos de violencia que se han visto en los últimos años. No más impunidad para una minoría que solo busca sembrar el caos y perjudicar a los alumnos que sí quieren estudiar”, se lee en el texto publicado por La Tercera.

La última versión del reglamento es del 2016. Y según comentan desde el municipio y del mismo establecimiento, es uno de los más laxos y generalistas. Lo que se comprueba al comparar su texto con otros manuales de liceos emblemáticos de la comuna, como el Liceo 1 Javiera Carrera o el Liceo de Aplicación. Situación que, según dicen quienes conocen del tema, termina siendo un factor «agravante de la crisis». En el último mes se ha perdido más de 20 días de clases; las molotov, tanto fuera como dentro del recinto, se ven a diario, y la actuación de encapuchados es cada vez más violenta.

Lo anterior queda registrado en diversos videos que circulan en las redes sociales. Uno de ellos, fue el que publicó, a comienzos de mayo, la Corporación de Padres y Apoderados del Instituto Nacional. En las imágenes se ven encapuchados que amenazan con quemar a apoderados dentro del liceo.

Manual de Convivencia contempla 11 faltas gravísimas, mientras que otros liceos más de 20 o con más detalles

Además de ser muy flexible, según comentan al interior de la comunidad, el Manual de Convivencia del Instituto Nacional es constantemente puesto en consulta con diversos actores del liceo. «Termina siendo elaborado prácticamente por los mismos alumnos», ironiza una fuente del sector.

Según relatan autoridades del Instituto, la confección de este reglamento se realiza con la participación de todos los estamentos de la comunidad estudiantil y que, por esta razón, el proceso de redacción y actualización es muy largo. “El manual está siendo actualizado con participación de todos los estamentos del colegio. Se han sostenido reuniones con los estudiantes, con los apoderados, con los docentes (…). Falta todavía tener más reuniones con los propios estudiantes para que conozcan bien el manual y la actualización que se está llevando”, comenta el vicerrector de extensión del Instituto Nacional, Carlos Urzúa.

Al comparar el actual manual con los del Liceo 1 y el Liceo de Aplicación, se puede apreciar que el del Instituto Nacional cuenta con menor cantidad de tipificaciones y las descripciones de las faltas son generales.

Por ejemplo, en contraposición con el Manual de Convivencia del Liceo de Aplicación, vigente desde 2018, el del Instituto Nacional tiene cuatro faltas leves más. Pero en el momento de definirlas, aspecto que es fundamental en el minuto de llevar adelante una investigación, el del del Liceo de Aplicación cuenta con mejores descripciones y sanciones más detalladas.

Frente al daño del inmueble:

Instituto Nacional: “Dañar de forma intencional material educativo, mobiliario o infraestructura del establecimiento”.

Liceo de Aplicación: “Provocar daño a los bienes muebles o inmuebles del establecimiento. El alumno debe cuidar sus bienes, los de sus compañeros, los del personal del Establecimiento y los bienes de la comunidad. Todo daño o atentado a la propiedad ajena debe ser cancelado su valor o restituido a quién pertenezca”.

Porte de armas

Instituto Nacional: «Porte y/ o uso de armas, elementos explosivos o incendiarios al interior del establecimiento, como también aquellos elementos para su fabricación».

Liceo de Aplicación: «Portar armas blancas, estoques, manoplas, armas de fuego, sustancias peligrosas, o cualquier elemento que pueda usarse para agredir y dañar físicamente a otros, será considerado como delito y será denunciado a las autoridades policiales de inmediato».

Consumo de alcohol y drogas al interior del establecimiento:

Instituto Nacional: «Consumir cigarrillos, alcohol o drogas en el establecimiento»

Liceo de Aplicación: «Ingresar, consumir y/o vender bebidas alcohólicas, drogas no medicamentosas, estupefacientes e inhalantes, en cualquiera de sus formas, como lo establecen la ley 20.000 de drogas y las normativas del Mineduc».

Cometer robos al interior del establecimiento.

Instituto Nacional: «Cometer acciones que constituya delito (robos, tráfico de drogas, abuso sexual, etc.)»

Liceo de Aplicación: «Apropiarse de bienes ajenos. Las sustracción de especies de valor pedagógico que impidan el buen desempeño de la actividad curricular será denunciada por la Dirección del Establecimiento por incurrir en el delito normado en la Ley 20.084.El estudiante involucrado en el hecho será suspendido hasta la resolución judicial. Ante un hecho infraganti de hurto, debe denunciarse a los organismos policiales pertinentes».

En cuanto a la comparación con el Liceo 1 se ve una diferencia importante de tipificaciones de faltas. Mientras que el reglamento del Instituto Nacional cuenta con 29 faltas y de las que solo dos pueden llevar a la expulsión, en el del Liceo 1 tienen 73 diferentes y no se especifica cual de ellas puede llevar a la salida del establecimiento. Esto implica que contiene una variedad mayor de infracciones y de posibilidades de sanción, por lo tanto, cuenta con más fuerza de ejecución. 

En medio de este escenario, la coordinación de Convivencia Escolar del Instituto Nacional está en proceso de confección de un nuevo Manual de Convivencia. El Líbero tuvo acceso a un borrador en donde se ve que se busca aumentar y desarrollar más los tipos de faltas en que pueden incurrir los estudiantes.

El proyecto de reglamento consta de 95 páginas, mientras que el actual solo de 48. En el que se quiere implementar, se incluyen protocolos de bullying cibernético, de acoso sexual, las medidas cautelares de Aula Segura y 61 faltas descritas que se dividen en leves, graves y gravísimas, más de una decena de este tipo que el actual, siendo estas últimas posibles causales de expulsión

Tres Centros de Apoderados: diferencias internas, poca participación de los padres, elecciones postergadas 

El diálogo entre los diferentes estamentos ha sido especialmente complejo, cuentan quienes conocen la interna del liceo. Una de las instancias de decisión máxima dentro del Instituto Nacional es el Consejo Escolar. En él, participan directivos, miembros de la Dirección de Educación Municipal (DEM), docentes, estudiantes y apoderados. Estos últimos están agrupados en tres Centros de Apoderados vigentes.  

En orden cronológico, el primero de ellos es Centro de Padres del Instituto Nacional (CEPAIN). Es el más antiguo de los tres y funcionó desde 1961 durante varios años de buena manera. Hasta que en 2016 se vió involucrado en un conflicto por su personalidad jurídica, la que perdió por un periodo. Después de apelar a la sentencia, finalmente la recuperó y se logró instaurar nuevamente el 4 de diciembre de 2017. Su presidenta actualmente es Elba Martínez.

Durante el periodo cuando el CEPAIN fue cuestionado, la municipalidad de Santiago con Carolina Tohá como alcaldesa, encabezó un proceso de creación de un nuevo Centro de Padres. Así fue como el Centro de Padres y Apoderados Liceo A-0 Instituto Nacional (CEPA A-0), adquirió la personalidad jurídica el 13 de diciembre de 2016. Es esta institución la que hoy tiene voto en el Consejo Escolar y que, en general, tiene mayores apariciones en los medios de comunicación. 

De forma paralela a este último y siendo el más nuevo entre los tres, se encuentra la Corporación de Padres y Apoderados José Miguel Carrera. Está vigente desde el 25 de noviembre de 2017 y dicen representar a aquellos que están “cansados de las tomas y la pérdida de clases”. Su actual presidente es Aquiles Herrera, quien también aparece como parte del directorio del CEPA A-0.

Las tres agrupaciones han participado de reuniones con el alcalde y las diferentes autoridades municipales. Si bien tienen discrepancias por sus formas de proceder, en las actas de los últimos Consejos Escolares se ha dado a entender que tienen una buena forma de trabajar y que existe diálogo.

A pesar de esto, existe un problema con quién hoy cuenta con los votos dentro de la instancia. Según el documento de personalidad jurídica, el CEPA A-0 debió haber llamado a elecciones en diciembre de 2018. Aspecto que hoy tiene molesto al resto de los apoderados. Su presidenta, Judy Valdés, el llamado se hizo en reiteradas ocasiones pero que no se logró el quórum en ninguna de las instancias. 

Esta semana, para dar una muestra de unión, las tres instancias firmaron un “Comunicado transversal de Padres y Apoderados del Instituto Nacional José Miguel Carrera”. El objetivo fue condenar todos los hechos de violencia que han existido en el colegio.