Horas antes de que la Cámara de Diputados aprobara por 79 votos contra 73 la llamada cuestión previa que dejaba sin efecto la acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera, la diputada del Partido Humanista quemaba uno de sus últimos cartuchos para hacer prosperar el libelo: Ingresar encapuchada al hemiciclo gritando «todos contra Piñera».

Una «performance» que desconcertó tanto a representantes del oficialismo como de la oposición. Mientras los legisladores de Chile Vamos reprobaban la acción de la representante del Partido Humanista, la mayoría de los diputados de centroizquierda bajaban la mirada o trataban de hacerse los desentendidos. Sin embargo, el hecho no pasó desapercibido y en redes sociales la acción realizada por Jiles fue bastante comentada.


«La primera línea entró al Congreso, la primera línea es la que consiguió que Chadwick sea juzgado ayer y hoy vuelve a entrar y exigir que Piñera renuncie». Con estas palabras la diputada explicó su actuar, replicando un discurso que ha venido realizando desde el comienzo de la crisis que vive el país desde el 18 de octubre.

Aunque esta otras de sus acciones no serían hechas al azar, según explican desde del Congreso y en el Frente Amplio, Jiles estaría realizando una campaña electoral «encubierta» con miras a las elecciones de 2021, la apuntaría hacia un escaño en el Senado por la Región Metropolitana.

En las parlamentarias de 2021, se renovará la mitad de los miembros de la Cámara Alta. Y la RM es una de las regiones que tendrá que concurrir a las urnas, esta vez bajó el nuevo sistema electoral en el que las dos circunscripciones senatoriales que existían en el binominal -y que entregaban dos cupos cada una-, serán reemplazadas por una sola circunscripción que otorgará 5 escaños.

Un panorama que -hasta antes del estallido social-, generaba buenas sensaciones al interior del Frente Amplio, ya que era la única fuerza de izquierda que cuenta con representación en todos los distritos que integran la Región Metropolitana.

Es así como en el distrito 8 se encuentran Claudia Mix (Comunes) y Pablo Vidal (RD); en el distrito 9 está Maite Orsini (RD); en el distrito 10 el bloque cuenta con Giorgio Jackson (RD), Natalia Castillo (RD) y Gonzalo Winter (Convergencia Social); el distrito 11 es representado por Tomás Hirsch (PH); en el distrito 12 fueron electos Miguel Crispi (RD) y la propia Pamela Jiles; en el distrito 13 cuentan con Gael Yeomans (Convergencia Social), y en el distrito 14 el Frente Amplio se hace presente con Renato Garín (Independiente).

Si bien no todos los diputados de la Región Metropolitana del FA mantienen una cercanía con la periodista -varios de ellos, han tenido diferencias públicas con ella-, el análisis que se realiza es que la humanista tendría una base electoral para las elecciones de 2021.

Quiénes conocen este proceso comentan que Jiles se estaría orientando desde el comienzo del estallido social a un «nicho más crítico al sistema», a un electorado que oscila entre el 10% y el 15%. Un porcentaje que según se ha analizado en el mundo político sería suficiente para lograr asegurar un cupo en el Senado ya sea en una lista del PH junto al FA o al Partido Comunista. De hecho, la misma diputada ha utilizado sus cuentas de redes sociales para apelar a este sector, al cual ha bautizado como «nietitos» y ella misma se ha autodenominado «hokage» de la primera línea, en clara alusión al electorado más joven, y usando términos de la cultura animé.

Sobre este tema, el consejero del Servel, el ex PS Alfredo Joignant señaló en Twitter: «Y sigue el desprestigio de la política parlamentaria: Ahora Pamela Jiles de encapuchada haciendo el ridículo. Ojo, que ingresarán a votar muchos jóvenes en abril y tendrá consecuencias electorales». Horas antes, el sociólogo había publicado una columna en La Segunda en la que señalaba que de los 187.394 cambios de domicilio electoral que se realizaron entre el 1 de noviembre y el 8 de diciembre, 112.154 eran de menores de 40 años.

«Lo más impresionante es que la mayoría son millennials, gente con opinión, muchos de ellos -por edad- perdedores de la globalización, apestados al chancho. Este dato es prerrevolucionario: en el plebiscito de abril podrían estar ingresando a votar por primera vez contingentes muy importantes de electores nuevos», reflexiona Joignant en su texto en donde además afirma que «si este contingente de menores de 40 entra a votar masivamente (y estamos en el umbral de que esto ocurra), el efecto puede ser revolucionario».

De hecho, en las elecciones de 2017, Jiles logró el 12,9% de los votos en el distrito 12, el que está compuesto por La Florida, La Pintana, Pirque, Puente Alto y San José de Maipo. Dos de ellas se encuentran entre las comunas con mayor cantidad de habitantes de la Región Metropolitana.

A este factor se suma que la otra carta que se había barajado al interior del bloque para competir por un cupo en el Senado en la RM, el diputado de Convergencia Social Gabriel Boric, vive su propia crisis. El legislador por Magallanes se encuentra con su militancia suspendida, una decisión que tomó el Tribunal Supremo de su colectividad luego de que firmara el Acuerdo por la Paz Social y una nueva Constitución.

No solo ese complica al ex presidente de la Fech, varios al interior del FA califican la situación de Convergencia Social como compleja. La colectividad que nació a mediados de año luego de la fusión de cuatro movimientos de izquierda ha sufrido una serie de renuncias luego de que Boric estampara su rúbrica en el documento. De hecho, el partido ha tenido que reponerse de las renuncias de dirigentes como el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, o la figura sindical Cristián Cuevas. Incluso, Izquierda Libertaria, movimiento del que emergió la diputada y presidenta de la tienda, Gael Yeomans, también anunció su salida de la colectividad.

Justamente, Boric ha sido uno de los principales blancos que ha tenido Jiles para criticar públicamente, a quien ha cuestionado por diversas razones, como firmar el acuerdo constitucional, votar por la ley antisaqueos y luego arrepentirse, o saludar de mano al ex ministro Andrés Chadwick el día de su acusación, a pesar de ser él mismo quien lideró los argumentos en su contra.

Su aventura senatorial no es la única tesis que circula en el mundo político sobre el futuro de la periodista. Otra idea que se ha asomado durante las últimas semanas sería que Jiles intente llegar a la papeleta presidencial de 2021. «Pamela desde que llegó al parlamento ha estado con la idea de ser candidata presidencial», explica un dirigente del FA quien señala que la diputada apuntaría, justamente, a un sector mucho más crítico del electorado. «Sería la abanderada de la primera línea y los ‘sin monedas’, como ella los llama», señala.

No obstante, esta opción no tendría mucho respaldo luego de que el Partido Humanista decidiera restarse del Frente Amplio. Esta situación generaría que una aventura presidencial con menos chances, al no contar con una base amplia de movimientos que la respalden, explican desde el Frente Amplio, quienes agregan que la diputada ya no solo se encuentra enfrentada con los dirigentes más moderados del bloque como Gabriel Boric y Giorgio Jackson sino que también con representantes más duros como Claudia Mix.

En ese sentido, en el FA comentan que el Partido Humanista no vería con malos ojos que Jiles sea candidata a senadora, pero que para lograrlo tendría que ganarle el «gallito político» a Tomás Hirsch. Una pelea que ya tuvo su primer capítulo durante la presentación de la acusación constitucional contra el Presidente Piñera. En el primer intento por ingresar el texto, la periodista increpó duramente que el ex candidato presidencial no firmara el documento. Algo que fue respondido por Hirsch quien señaló que el libelo tenía argumentos «demasiado básicos».

Aunque  si bien ahora el PH, fuera del Frente Amplio, tiene menos posibilidades de lograr escaños, sería el Partido Comunista el que podría darles acogida. Ha sido un aliado histórico de los humanistas, de hecho, ambas colectividades compartieron domicilio político durante la década pasada en la colación Juntos Podemos.