Anoche, en cadena nacional, la Presidenta Michelle Bachelet dio a conocer el camino que impulsará su gobierno para cambiar la Constitución. En una alocución que se extendió por más de siete minutos, la Mandataria dijo que «Chile necesita una mejor Constitución, nacida en democracia y que exprese la voluntad popular, una legítima y respetada por todos, que la convierta en un motor de unidad nacional y eso es lo que consistentemente ha venido demandando la ciudadanía y es uno de los principales compromisos por los que fui elegida».

En ese sentido, anunció que prontamente se iniciará una etapa de educación cívica que culminará en marzo de 2016. Ahí comenzará un proceso de “diálogos ciudadanos” que será guiado por un “consejo de observadores” que ella misma nombrará.

Los resultados de los diálogos serán entregados a la Mandataria en octubre de 2016 y en el segundo semestre de 2017 presentará ante el Congreso un proyecto de nueva Constitución.

Bachelet también anunció que a fines de 2016 enviará un proyecto de reforma a la Constitución para que “por dos tercios de sus miembros en ejercicio, establezca los procedimientos que hagan posible dictar una nueva Carta Fundamental. En esta reforma, propondremos al actual Congreso que habilite al próximo –elegido en 2017- para que sea él quien decida, de entre cuatro alternativas, el mecanismo de discusión del proyecto enviado por el Gobierno y las formas de aprobación de la nueva Constitución”.

La cuatro alternativas que fueron anunciadas por la Presidenta son: comisión bicameral de senadores y diputados, convención constituyente mixta de parlamentarios y ciudadanos, asamblea constituyente, y plebiscito, para que sea la ciudadanía la que decida entre las otras tres alternativas.

A renglón seguido, la Mandataria sostuvo que “propondremos que esa decisión pueda tomarla el Congreso por una razonable mayoría de tres quintos”.

Patricio Navia: “El próximo Presidente podrá echar a la basura la hoja de ruta que anunció Bachelet”

naviaPara el cientista político Patricio Navia, “el anuncio fue bastante pobre.  La Presidenta anunció una instancia de participación sin ningún poder resolutivo. Independientemente de lo que pase con los diálogos ciudadanos, el cronograma que anunció Bachelet requiere que el Congreso actual vote por dos tercios una reforma que permita que el próximo Congreso escoja entre cuatro mecanismos que hoy propuso (…) Si el Congreso actual votara esa reforma, lo que resulta improbable, el próximo Congreso podría escoger otros caminos para reformar la Constitución”.

En ese sentido, el académico de la UDP y la NYU señala a “El Líbero” que Bachelet “está anunciando un proceso de reforma constitucional, no una nueva Constitución. Y por cierto, es un proceso que no culminará en su gobierno y que, por lo tanto, el próximo gobierno podrá detener a discreción. Así como el Presidente Piñera anunció la construcción de una serie de hospitales y la Presidenta Bachelet los detuvo apenas llegó, el próximo Presidente podrá echar a la basura la hoja de ruta que hoy anunció Bachelet”.

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