Como un maremoto está rebotando en Chile el mayor escándalo de corrupción de Brasil en décadas, bautizado como Lava-Jato, y que gatilló la salida de la Presidenta Dilma Rousseff y el procesamiento del ex Mandatario Lula da Silva.

Las olas iniciales llegaron hasta Marco Enríquez-Ominami el año pasado, pero ahora se extienden hasta la misma Moneda luego de que la revista brasileña Veja publicara la confesión ante la Fiscalía de los publicistas de las campañas de Lula  y Dilma; José Cavalcanti ‘Duda’ Mendonca y Joao Santana; respecto de que la constructora brasileña OAS habría financiado la campaña presidencial de Michelle Bachelet en 2013.

El publicista relata que OAS también financió la campaña de la candidata Michelle Bachelet, electa presidenta de Chile. La declaración que Duda pretende dar al Ministerio Público une puntos importantes de la investigación”, señala la publicación que tiene un acápite dedicado a nuestro país con el título “La interferencia clandestina en la elección chilena”, que se adelantó ayer para los suscriptores y fue reproducida por La Tercera.

También menciona la visita que hizo Lula a la entonces candidata en noviembre de 2013, a bordo del avión corporativo de OAS, que también financió charlas. “Tengo una profunda admiración por la compañera Michelle Bachelet. Ella fue una gran Presidenta de Chile. Gobernó para todos, sin olvidar a nadie, pero con atención especial en los más pobres. Cuidó de Chile y de su gente, como se cuida de una familia”, dijo en ese viaje el ex Presidente en un video utilizado en la franja electoral.

El desmentido del gobierno y las revelaciones del ex pdte de OAS

Pero de inmediato, la ministra vocera de Gobierno, Paula Narváez, descartó tajantemente la existencia de “cualquier vinculación” entre la campaña de la Mandataria y aportes de OAS, y recordó que en 2016 «ya había habido un intento en el pasado por vincular la campaña de la Presidenta Bachelet con esta empresa, tal como en esa oportunidad descartamos decididamente cualquier vinculación entre la campaña y la empresa, tajantemente».

leo-pinheiroPocas horas después de esa afirmación, “Veja” publicó un nuevo artículo que podría ser aún más amenazante para la Presidenta. En el texto señala que “Duda” Mendonça no es el único dispuesto a revelar detalles de la trastienda de la campaña presidencial de Chile de 2013.

En ese sentido indica que el empresario Léo Pinheiro, ex-presidente de OAS que se encuentra preso en la ciudad de Curitiba por el caso Lava-Jato, también incluyó en su propuesta de delación compensada un capítulo sobre las elecciones chilenas. Y la publicación entrega otro dato. Según un investigador del caso Lava-Jato, “las revelaciones de Léo Pinheiro no se ven bien para Bachelet”.

La mención de MEO a Bachelet con ejecutivos de OAS

Con ello la vocera se refiere a marzo de 2016 cuando se destapó que MEO utilizó durante su campaña presidencial el avión de OAS para recorrer el país, quien replicó que Bachelet se había reunido con ejecutivos de la firma sudamericana durante la visita de Lula.

meooo“Cuando Michelle Bachelet recibió a esos mismos ejecutivos y a Lula en noviembre de 2013, porque recordemos que Lula y el PT la apoyaron a ella y no a mí… ¿Michelle Bachelet anticipaba que esto iba a pasar? ¿Vinculamos a Bachelet por haberlos recibido en La Moneda?”, dijo MEO en la radio Agricultura.

Las acusaciones fueron desmentidas de inmediato por Bachelet, quien aseguró que eran “absolutamente falsas”. MEO retrocedió en sus dichos y aclaró en Twitter que “no critiqué a Bachelet. No me consta que haya recibido a ejecutivos. A Lula sí”.

Los contratos de OAS en Chile

Según asegura un segundo artículo de Veja publicado ayer “Los tentáculos del petróleo en Chile”, el presidente de OAS, Leo Pinheiro, en 2013 buscaba “conquistar espacio en el mercado chileno e influir en la política local”.

Ello porque la gigante constructora tenía apenas dos contratos en nuestro país: Se había adjudicado la construcción del hospital de Rancagua, e hizo trabajos para Aguas Andinas.

Un mes después de la visita de Lula, en diciembre de 2013, el Ministerio de Obras Públicas le adjudicó la construcción del puente del canal del Chacao, en Chiloé, al consorcio integrado por OAS, Hynday, Systra, Aas-Jakobsen, debido a que ofertó el monto más bajo de todos los competidores: $360 mil 134 millones, cifra por debajo del límite establecido en las bases de licitación de $361 mil millones. OAS tenía el 49% de la propiedad.

La representación legal de la empresa en Chile estaba a cargo del abogado Pedro Yaconi, quien conoció a los ejecutivos precisamente en la visita que hicieron junto a Lula en noviembre de 2013.

Durante el año pasado, tras el escándalo político del  Lava-Jato, Yaconi -ex recaudador de campaña de Eduardo Frei Ruiz-Tagle- fue el encargado de vender la participación de OAS en el puente de Chiloé.

El hospital de Rancagua también fue un dolor de cabeza para OAS, ya que se retiró del negocio en medio de escándalo del consorcio que creó junto a Comsa y la constructora Echeverría Izquierdo, que finalmente construyó el recinto, dado que Comsa se declaró en quiebra.

Durante la construcción, en julio de 2012 las empresas subcontratistas Ovalle Moore y Renta GAM presentaron ante los tribunales de Rancagua una querella por el delito de apropiación indebida de bienes y una demanda por el no pago de una factura que ascendían a más de $100 millones.

El primer proyecto en Chile de OAS llegó de manos de Aguas Andinas en 2008, cuando se adjudicó la construcción del conocido colector de aguas servidas del Mapocho, que permitió limpiar las aguas por primera vez en su historia y derivar los residuos a la planta La Farfana. Poco después tuvo problemas con Aguas Andinas por unas obras adicionales y las diferencias se resolvieron a través de un arbitraje.

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