Este restaurante tiene muy bien anclada sus bases en una cocina de caleta y también callejera. Es el más reciente emprendimiento del empresario Gastón Acurio en Chile, en la calle más competitiva de la gastronomía nacional. Arrojo y sabor, un servicio impecable e instalaciones por todo lo alto. Detalles que serían irrelevantes si la cocina no estuviera, al menos hasta el momento, un par de peldaños más arriba que cualquier otro comedor peruano alojado en nuestro territorio.

Ya el Ceviche Limeño ($13.800) abre el apetito. Los precios se ven abultados en carta, pero las porciones dan el consuelo de compartir y así dividir los montos. La Gran Fuente Marina cuenta de ostras, erizos (en temporada), almejas, machas, locos, tiradito, cebiche y sus salsas. Esta es la concesión más evidente al paladar local y reverencia con maestría a los productos que emanan de nuestro mar.

Así se va tejiendo una cocina chileno-peruano o viceversa que cuenta con joyas que se dan en el cruce. Un entrante más módico: entre ostras, ostiones y almejas, déle una oportunidad a estas últimas ($9.800) para deleitarse con dos piezas por concha (en total más de una docena) que se presentan sobre una cama de hielo y algas con trío de salsas: chalaca, ponzu y una deliciosa leche de tigre.

De la tierra y el fuego destacan entrantes como la prieta cremosa ($6.800) o las mollejas de corazón con chimichurri. El Rocoto relleno también ha cosechado aplausos, relleno con carne en su pastel de papa ($14.800). Otro platillo convocante en la Jarana Criolla ($29.800) que si en carta pregona compartir entre dos y más personas, hay que creer religiosamente lo de las porciones. Seco de res, seco de cordero, ají de gallina, carapulcra, espesado, frejoles, arroz y salsa criolla como un compendio de las tradiciones de los platos calientes más famosos de la culinaria peruana.

Además de los que tienen una carnívora curiosidad de probar anticuchos de corazón en un formato superlativo. Anticuchos de corazón de res ($9.800), pollo, vegetales, pescado, pulpo le dan alma y un tenor más callejero a este comedor sabroso, bien atendido y que se hace un espacio en la cima de la profusa oferta peruana en la capital. Un debutante que no tiene nada de cachorro y que si mantiene las sazones se puede consagrar como un  verdadero estandarte.

Panchita. Nueva Costanera 3979, Vitacura (ver mapa). Tel. 22380 9906. Lunes a miércoles de 13.00 a  23.00 horas. Jueves y sábado de 13.00 a 0.00 horas. Domingo de 13.00 a 17.00 horas.