Elon Musk es uno de los emprendedores más relevantes de la historia de la humanidad. En veinte años pasó de un patrimonio igual a cero a uno estimado en mas de 150 billones de dólares. Musk no tenía como objetivo sólo ganar dinero. Simplemente, buscaba cumplir con un propósito. Terminar con el consumo de petróleo en el mundo.

Fue emprendedor desde muy joven. En la universidad vendía partes de computadores y convertía su casa en bar los fines de semana. Después de la universidad, él y su hermano fundaron Zip2, su versión de las páginas amarillas, pero online. En 1999, vendieron la empresa y Elon ganó veintidos millones de dólares. Utilizó ese capital para cofundar X.com, un servicio de banca online. Luego de un tiempo, X.com se fusionó con su principal rival y se convirtió en PayPal. eBay compró Paypal en 2002 y Elon ganó 180 millones de dólares. Con ese capital, fundó SpaceX, Tesla y Solar City. Invirtió hasta el último dólar que tenía en la búsqueda de cumplir con su propósito. En 2009 se quedó sin recursos. Vivía de préstamos, mientras trataba de mantener a flote sus empresas. Eso cambió, cuando Tesla salió a la bolsa en 2010. Para 2012, era multimillonario.

Elon Musk ha sido el gran impulsor de la transición a energías limpias, “forzando” la industria automotriz a avanzar más rápido hacia la electromovilidad. No se quedó en su sofá alegando contra el sistema. No se quedó esperando que otros arreglaran el problema. Al contrario, tomó acción y usó el modelo económico imperante a su favor. Actualmente, sigue creando nuevas empresas que prometen revolucionar el mundo. Creando miles de trabajos y transformándose, merecidamente, en el segundo hombre más rico del planeta.

Por otro lado tenemos a Daniel. Se ha dedicado a la política desde que estaba en el colegio. Desde niño fue hábilmente adoctrinado. Promueve la lucha de clases, como en la época de los bolcheviques. Quiere cambiar el mundo, pero con la plata de otros. Reclama constantemente contra las empresas por sus enormes utilidades, pero al mismo tiempo, declara que la creación de valor no existe. Cree en un modelo que coarta la libertad de emprender, la libertad de elegir y de vivir la vida que cada persona quiere llevar. Todos los países que han implementado las ideas económicas, políticas y sociales que Daniel, con tanto fervor defiende, han fracasado. Ideas que en vez de crear valor para la sociedad, la destruyen, generando elevados índices de pobreza y miseria. Todo, ampliamente demostrado con datos y cifras concretas. Por ejemplo: con un Banco Central dependiente del Gobierno de turno, Venezuela tiene mas de un 5.500% de inflación proyectada para este año. Argentina, que hace cien años era la segunda economía mas importante del mundo, tiene hoy 19 millones de personas bajo la línea de la pobreza. Ni hablar de las pensiones inferiores a diez dólares mensuales que entrega Cuba a sus jubilados.

Sin embargo, Daniel no le cree a los números. Solo cree en sus dogmas, en sus libros del siglo XIX o en lo que le comentan sus seguidores en redes sociales. En el país de Daniel nunca podrán prosperar emprendedores como Elon Musk. Basta solo con citar algunos casos emblemáticos. El fundador de Mercado Libre dejó Argentina y se estableció en Uruguay. El fundador de Open English no vive en su natal Venezuela, ni desarrolla sus exitosos emprendimientos en ese país. De Corea del Norte, ni siguiera tengo un ejemplo.

Los emprendedores son el motor detrás de todo estado de bienestar (como el de los países Nórdicos o el de Alemania, con economías basadas en el libre mercado). Son sus empresas las que pagan impuestos, generan empleos dignos y crean productos y servicios que mejoran la calidad de vida de las personas.

En Chile tenemos muchos ejemplos de emprendedores que han logrado desarrollar sus startups gracias a un país estable, libre y por sobre todo con instituciones y reglas de juego que fomentan el emprendimiento. Xania de Zeroq, Eduardo de Betterfly, Coloma de Pawiis o Juan Pablo de Cornershop. Nada más quedémonos con el ejemplo de Cornershop. El primer Unicornio tecnológico de Chile, adquirido por Uber a una valorización cercana a 3.000 millones de dólares. ¿Qué van a hacer sus fundadores? Probablemente lo mismo que Elon Musk, Jeff Bezzos o Marcos Galperin de Mercado Libre. Invertir en nuevas startups digitales en Chile y la región, alimentando un circulo virtuoso de creación de valor y empleos de alta calidad, beneficiando a miles de personas.

Para transformar a Chile en un país desarrollado y próspero, lo invito a que haga como Elon. Empodérese, utilice el sistema a favor de sus propósitos y sueños mas profundos. No espere que otros solucionen los problemas que le importan. Hágalo usted mismo.

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