Los malos augurios se cumplieron. Pese a que la manifestación por el primer año del 18-O ayer en Plaza Italia fue relativamente reducida (25 mil personas) en comparación a la concurrencia que se vio durante fines de 2019, sí fue extremadamente violenta. Hubo violencia entre los propios manifestantes, a los pies del monumento al general Baquedano; se quemaron casi por completo dos centenarias iglesias; se produjeron saqueos; e incendios a otros edificios privados. La policía pareció ausente, igual que las medidas de resguardo sanitario… Pese a que se anunció en la víspera la presencia de 40 mil efectivos para resguardar el orden público, Carabineros no logró proteger su templo institucional, que se redujo a cenizas. El gobierno destacó que se pudo resguardar la infraestructura crítica y, en efecto, el metro esta vez salvó ileso. Pero el fuego nuevamente fue el protagonista de la jornada.
Lo Mejor De La Prensa: El fuego volvió a ser el protagonista en un 18-O
