Algo está cambiando en la derecha. Estamos hablando de las coincidencias y no de las diferencias, de lo que une a los partidos y movimientos de nuestro sector y que nos permitirá proyectar un camino propio hacia el futuro.
Quizá esto signifique el anhelado término de peleas intestinas o discusiones por cuestiones menores al interior de este conglomerado, enfocándonos en los objetivos comunes, y superando una actitud meramente reactiva frente a la izquierda, actitud que nos ha desgastado fuertemente en el último tiempo.
Y probablemente, de darse este pronóstico, finalmente se estaría recogiendo la sentida aspiración de las bases, los simpatizantes y los militantes, que clamamos por el fin de un ambiente tenso y de la pasividad frente a los que otros proponen.
La prensa ha publicado en estos días que RN, UDI, Evópoli y el PRI han consensuado un texto con mínimos comunes: principios que alumbren el renacimiento de una coalición de centro derecha, sobre la base de estructuras y dinámicas de funcionamiento, que permitan lograr sus objetivos, adaptándose a las necesidades actuales de nuestros representados, con decisión y claridad, pero con realismo.
En el camino, que luego de este acuerdo básico será ciertamente más llevadero, tendremos que dilucidar, con especial respeto de las circunstancias prácticas que rodeen este proceso, si esto se traducirá sólo en un refuerzo de la alianza electoral, o en una nueva coalición de fuerza y dinámica propia, o en un partido único.
La noticia es motivo de alegría para nuestro sector, tanto por las proyecciones mencionadas, como porque ha sido fruto de un esmerado trabajo que hemos realizado con antelación. El futuro, entonces, se ve auspicioso. Nos abre la posibilidad de vislumbrar una hoja de ruta común, que nos encamine a lograr nuestros sueños sobre el Chile que queremos.
Eso es lo importante, nos quieren ver unidos, para el bien de Chile.
Felipe Cisternas, Prosecretario General Renovación Nacional.
FOTO:DAVID CORTES SEREY/AGENCIAUNO