Tomás Flores: ¿Reactivación ad-portas?
Es difícil hablar de reactivación cuando estamos enfrentando el momento más complejo de la pandemia, pero en algunas semanas más deberemos enfrentar una montaña de deudas, lo que hará imprescindible que ésta sea sustancialmente rápida.
El hemisferio norte ha iniciado paulatinamente su reactivación económica después de haber sufrido un impacto profundo en el primer trimestre del año, cuando la producción cayó cerca de 15%. China, donde la producción manufacturera se desplomó en 13,5% en enero y febrero pasado, ya exhibe un incremento de 4,4% en mayo, mientras en el sector automotriz el incremento fue de 12,2% y en el alimenticio de 6,3%. De manera similar, algunos países europeos reanudan las clases y se abren al turismo. Esta reactivación contiene alzas y bajas, ligadas al temor de que se produzca una nueva ola de contagios, lo que da cuenta del desafío que existe al recorrer este camino.
En el continente americano, y en Chile en particular, los efectos de la pandemia se mantienen en niveles que han obligado a confinar a una gran parte de la población por a lo menos dos semanas más. Ello ha implicado recalibrar los aportes monetarios a las personas que han perdido su empleo o ingresos debido al cierre de la economía, acordándose otorgar $100 mil a cada una, abarcando a un amplio abanico de población afectada.
Es muy relevante además que el acuerdo logrado establezca herramientas para la reactivación que debemos impulsar en algunas semanas más, cuando logremos moderar la pandemia. Esto contiene rebajas de impuestos a Pymes, mayor crédito Fogape, incentivo a la inversión y reducir la burocracia que debe atravesar un proyecto de inversión para lograr iniciar las obras. Efectivamente, un estudio de Colliers señala que hay 110 proyectos inmobiliarios paralizados por un monto de US$10 mil millones, presentándose para dicho sector distorsiones que llevan a que un permiso de construcción, que debería ser tramitado en 135 días, en realidad toma 9 veces más en ser aprobado. Esto es 1.215 días para algo que debería resolverse en 135. De igual manera, si durante las obras se descubren vestigios arqueológicos, se paraliza la construcción por orden del Consejo de Monumentos Nacionales, sin que exista plazo para retomar la actividad. En el caso de la construcción del nuevo Hospital del Salvador, el proyecto fue paralizado por cerca de cuatro años. ¿Quién paga por ese retraso? Las personas que por culpa de esa burocracia no dispondrán de un nuevo hospital a tiempo.
El acuerdo del fin de semana señala el compromiso de disminuir los tiempos de respuesta del Estado a Pymes e inversionistas, para lo cual se reforzarán los equipos de profesionales, buscando así acortar los plazos de respuesta para facilitar la reactivación. De hecho, las Pymes que inicien operaciones dispondrán de 1 año plazo para obtener todos los permisos esenciales. En la actualidad, sin esos permisos no hay autorización para abrir el negocio.
Comprendo que es difícil hablar de la reactivación cuando estamos enfrentando el momento más complejo de la pandemia, pero en algunas semanas más deberemos enfrentar una montaña de deudas, lo que hará imprescindible que la reactivación económica sea sustancialmente rápida.
-
Orlando Sáenz: Ficción y realidad
Orlando Sáenz Rojas
Empresario y escritor -
Vanessa Kaiser: Poderes fácticos
Vanessa Kaiser
Acádemica Universidad Autónoma -
Jaime Pinto Kaliski: El legado de la diplomacia transaccional de Donald Trump
Jaime Pinto Kaliski
Cientista político
Solo miembros de la Red Líbero pueden comentar.
Regístrate o inicia sesión pinchando aquí.