Con sustancial apoyo gubernamental, la campaña del oficialismo continuó acumulando investigaciones en la Contraloría General de la República por intervencionismo. Esto es, el uso de recursos públicos en favor de la opción del apruebo en el plebiscito del 4 de septiembre.
Las acusaciones que investiga el contralor son contra varios ministros de Estado, e incluyen al Presidente de la República.
También hay una causa radicada en el Ministerio Público contra el ministro Secretario General de la Presidencia, Giorgio Jackson, por malversación de recursos públicos ligados a la impresión del libro del texto, que la Convención Constitucional propone al país para ser votado en el plebiscito.
Será interesante observar el resultado de todas estas investigaciones, las que se conocerán después del plebiscito mencionado. La Moneda, hasta aquí, niega su responsabilidad en todas las acusaciones.
En mi opinión, sí hubo intervencionismo electoral por parte de La Moneda, ignoro los detalles de la acusación que se investiga en la sede del Ministerio Público, pero las acusaciones por intervencionismo sí se pueden acreditar, incluyendo la gira del primer mandatario en tres regiones del centro sur del país que se realiza en estos momentos. La cual no alcanzó ni al Biobío ni tampoco a la Región de La Araucanía, donde las encuestas están pronosticando avalanchas de votaciones contra el apruebo.
La campaña, a pocas semanas del plebiscito, entro en un terreno duro, y yo diría cuesta arriba para el apruebo, persistentemente detrás del rechazo, en más de 20 sondeos de opinión que revisé esta semana, con una diferencia a favor del rechazo de 10 puntos en promedio.
La reacción del gobierno fue impulsar el llamado acuerdo para reformar, que se implementaría en caso de ganar la opción apruebo. Lo que se logró el viernes 12 recién pasado, con una confusa declaración del presidente del PC, quien indicó minutos después de la firma que él no podía garantizar ese acuerdo, pese a que lo había firmado pocos minutos antes.
La reacción de la ciudadanía la conocemos a medida que aparecen los últimos sondeos que, al igual que los anuncios populistas, es solo una promesa. Tampoco logra convencer a la gente preocupada de la violencia de la delincuencia, y el terrorismo, y del estado de una economía débil, no solo amenazada por la inflación presente y las expectativas de inflación futura, sino también en forma más clara por el estancamiento y la desaceleración del mercado laboral, a causa de malas expectativas futuras de aquellos grandes, medianos y chicos, que observan, con pesimismo el futuro de Chile, y simplemente no invierten.
La Moneda sabe que la probabilidad de que gane el rechazo se mantiene, y la desesperación de sus partidarios es evidente.
He calculado que el apruebo necesita ganar por 10 puntos de diferencia en la Región Metropolitana para vencer en el concurso electoral de septiembre.
Los sondeos indican una derrota de proporciones del gobierno en el sur del país, una derrota en el norte del país, aportados en forma muy importante por el partido de la gente de Franco Parisi. En Valparaíso ganará el apruebo, lo cual será cancelado por las regiones del sur y del norte del país.
Entonces, será la Región Metropolitana la clave para decidir este concurso electoral, donde las comunas con más habitantes: Puente Alto, la Florida, Santiago y Maipú, marcaran el sesgo final de la votación.
Las dos últimas afectadas por la violencia y la mala gestión de sus autoridades edilicias, ambas provenientes de Apruebo Dignidad, coalición principal del gobierno, y claves para darle la victoria a Boric en la segunda vuelta de la última elección presidencial.
La trayectoria del dólar en las últimas semanas, que estuvo caracterizada por una importante devaluación, cambió bruscamente la semana anterior, básicamente explicado por el cambio de sesgo de la política monetaria en EE. UU., impulsado por la Reserva Federal ante la brusca caída de la inflación a la proximidad del cero.
No debemos olvidar, sin embargo, que esta trayectoria también está afectada por la inestabilidad política en nuestro país, la cual conoceremos en su evolución en estas últimas semanas antes del plebiscito.
Observamos que los últimos días el peso se está devaluando, y veremos que dependiendo del resultado del concurso electoral, podría empinase sobre los 1000 pesos nuevamente.
El 30 de septiembre termina la intervención cambiaria del Banco Central, y veremos los siguientes movimientos.
Si el dólar vuelve a traspasar los 1000 pesos significará que el instituto emisor quemó un monto significativo de ahorros del país sin tener resultados.
La desaceleración de la producción y del mercado laboral continúan, aproximándose a la estanflación, la que será más clara durante el último trimestre de este año.
Algunos colegas han dicho que el segundo trimestre mostró una cifra negativa de crecimiento. Mis cálculos me indican que fue nulo, pero la tendencia confirma que más tarde o temprano estaremos en recesión técnica.
Entonces la pregunta es: que hará Boric si se producen estos resultados, perder el plebiscito que el mismo coinvirtió en un referéndum sobre su gestión, y la economía chilena se desploma, con alta inflación.
¿Aceptará construir acuerdos que le favorecerán, o continuará apoyándose principalmente en el PC y el FA, que a esta altura es simplemente inmolarse y sacrificar su futuro liderazgo en el país?
Por Alejandro Alarcón
Economista