A riesgo de ser majadera con el tema, creo que no hay nada más importante en este momento que la reforma previsional. Todos reconocen el problema con las pensiones, pero pasan los años sin que se haga ningún ajuste para normalizar una situación donde se habla de pensiones dignas, pero sólo el 20 por ciento cotiza en forma regular. ¿Cómo, entonces?

 

Con la propuesta del gobierno muchos no quedaron contentos. Tomemos sólo dos actores, la oposición y las propias AFP.

 

No hay manera de que los cotizantes actuales financien las pensiones de los jubilados en un país ad portas que haya más personas mayores de 60 años que jóvenes menores de 15.

 

Existe consenso en la oposición, escribían tres diputados del Frente Amplio, en que la reforma debió introducir un componente basado en los principios de la seguridad social que permita aumentar las pensiones a través de una lógica donde todos compartan el riesgo de la vejez. Cuando uno lee esos argumentos, se pregunta si por jóvenes algunos del Frente Amplio son ignorantes, o, sabiendo que el sistema de reparto (o sus variaciones) no es viable en Chile ni en el mundo, siguen proponiéndolo y engañando a la gente. No hay manera de que los cotizantes actuales financien las pensiones de los jubilados en un país ad portas que haya más personas mayores de 60 años que jóvenes menores de 15. ¿Ignoran o silencian, estos legisladores, que los países con sistemas de reparto mantienen deudas previsionales insostenibles, varias veces el PIB en España, Italia o Portugal, lo cual los ha llevado a disminuir o congelar las pensiones (61 naciones), aumentar la tasa de cotización (78) y subir la edad de retiro (55) en los últimos 23 años?

 

La izquierda no suelta la idea de la solidaridad social, pero ¿qué es financiar con los impuestos de todos los chilenos –donde los que ganan más, tienen mayor aporte- subir la pensión solidaria, incrementar el Aporte Previsional Solidario para lograr pensiones de hasta 670 mil pesos y que se establezca un seguro para ayudar a los adultos mayores no autovalentes? Esta reforma le costará al fisco US$3.500 millones, pero algunos creen que los fondos no salen de los bolsillos de los ciudadanos chilenos. Pero tan influyentes son los mitos que impone la izquierda, que el propio ex Ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, reconoció que permitirles a las AFP administrar la cotización adicional del 4 por ciento es “un incendio en Chile”.

 

Por primera vez oí la publicidad de una AFP decir con todas sus letras que ahorrar el 14 por ciento  del sueldo (el 10 actual más los 4 puntos adicionales propuestos) es insuficiente y que debiera ser mínimo un 20 por ciento.

 

El gobierno así lo entendió y por eso introdujo nuevos jugadores para administrar ese 4 por ciento, aunque sea absurdo que alguien esté dispuesto a pagar una comisión adicional que las AFP no cobrarán. Pero el marco de “ni un peso más para las AFP”, que impuso el gobierno anterior, sigue pesando, aunque nadie puede refutar que estas entidades ofrecen rentabilidades que no existen en otros instrumentos en el mercado. Cerca de tres cuartos de lo que acumulamos en nuestros fondos es rentabilidad pura, pero aun así siguen culpando a las administradoras de las malas pensiones, en vez de mirar cómo subir el exiguo ahorro que aportamos a las cuentas.

 

Las AFP tampoco quedaron contentas con la reforma, la consideraron insuficiente. Por primera vez oí la publicidad de una que decía con todas sus letras que ahorrar el 14 por ciento  del sueldo (el 10 actual más los 4 puntos adicionales propuestos) es insuficiente y que debiera ser mínimo un 20 por ciento (tasa en el promedio de los países OCDE) , conminando a hacer aportes voluntarios.

 

Y el presidente de Habitat, Cristián Rodríguez, escribió a sus afiliados que el proyecto del gobierno no aborda los tres temas primordiales: regularidad y constancia en las cotizaciones, aumento en la edad de jubilación y tasa de cotización, con lo cual “no se solucionará el problema de las pensiones futuras y sólo se produciría mayor frustración al enfrentar la realidad habiendo creído que estaba solucionado”.

 

Ojalá que los cambios que se proponen y se aprueben sean pensando en las personas que se jubilarán y no en las ideologías y los mitos, que son muchos.

 

 

FOTO : PABLO OVALLE ISASMENDI/AGENCIAUNO

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Pilar Molina

Periodista