Luego de una campaña inteligente, la coalición de Mauricio Macri arrasó en las elecciones parlamentarias en Argentina, logrando ampliar sus bancadas senatoriales y las de diputados. Así las cosas, la victoria oficialista hará que más fácil la negociación con los peronistas disidentes.
Pero quizás lo más significativo del triunfo sea el clima político que hoy existe en ese país, resumido en un hito histórico en la provincia de Buenos Aires: la derrota de la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Como los historiadores sostienen que el peronismo perdona las traiciones, pero no a los perdedores, esto quizás signifique que Cristina no vuelva más a ser candidata a la Presidencia.
Sumando los resultados electorales y el ambiente político, no cabe duda de que se presenta el mejor de los escenarios para avanzar en un proceso transformador de la Argentina.
Lo ocurrido no es magia, sino el resultado de un diseño de gobierno y una campaña; hay estrategia, asesores que piensan y que logran convencer al líder. Es importante destacar que existe conciencia del submundo de ciudadanos que lo ha pasado mal por muchos años en la periferia de la capital; Argentina tiene aproximadamente un 30 % de pobreza, cuya mayor concentración está en Buenos Aires. Los medios de comunicación informan que el trabajo social previo de los gobernadores y candidatos en campaña fue clave en la parlamentaria: todos los martes y sábados el oficialismo golpea puertas y visita a los pobladores para conversar sobre sus demandas. Sencillo, pero genial, pues sintetiza la sensibilidad y empatía del actual gobierno.
Con todo lo descrito, ¿será posible trabajar con ese enfoque en Chile en el próximo período de gobierno, con el candidato Piñera como probable Presidente? Todo indica que él será electo, pero la gran incógnita es cómo gobernará.
El ex Presidente no debiera olvidar que el mundo social es muy importante y complejo, y que sería deseable emular las prácticas argentinas que al parecer fueron exitosas. También, pareciera clave la definición de mecanismos de instalación de gobierno. Quizás lo más relevante es que Piñera logre formar equipos con profesionales calificados con vasta experiencia técnica y política, que conozcan cómo funciona el Estado. Así, desde el primer minuto podrá trabajar aceleradamente para alcanzar los objetivos de gobierno en el corto plazo. No hay tiempo para aprender. No olvidemos que son claves los dos primeros años; el tercero es para la definición de candidatos y el cuarto es eleccionario.
Esperemos que el hoy candidato actúe con humildad y sabiduría en caso de llegar a La Moneda, pues tiene inteligencia de sobra.
Danusia Rivas Weber