Según el diario Clarín, Jaime Durán Barba es el asesor más escuchado por el Presidente electo de Argentina. Y para El País de España, tras el triunfo obtenido por Mauricio Macri en la segunda vuelta electoral del domingo, la “cotización en el mercado” de Durán Barba se ha disparado gracias al “éxito de su cliente argentino”. No en vano, Macri consiguió aumentar su popularidad en casi 40 puntos en 18 meses, pues hace un año y medio sólo el 13% de los argentinos lo quería como Presidente. Se trata de un milagro electoral en toda regla, y muchos se lo atribuyen a Durán Barba.
Durán Barba es ecuatoriano, pero ha vivido muchos años en Buenos Aires. Desde los 80’ ha trabajado como consultor comunicacional y experto electoral para decenas de candidatos legislativos y presidenciales de América Latina, entre los que destacan el ex Mandatario ecuatoriano Jamil Mahuad, el ex Jefe de Estado mexicano Felipe Calderón y el ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus.
Debemos recordar que, hasta la primera vuelta electoral, Macri estaba a la retaguardia del candidato oficialista del peronismo, Daniel Scioli, quien llegó a sacar hasta una decena de puntos de ventaja en todas las encuestas. De hecho, Macri perdió en la primera vuelta electoral, aunque por un estrechísimo margen, pero se impuso en la segunda ronda gracias a una campaña electoral positiva y optimista, de tono similar a la impulsada por la Concertación de Partidos por el No de Chile.
Durante meses, Durán Barba trabajó para suavizar la imagen de Macri, hasta reinventarlo, convirtiéndolo en un candidato “componedor”, un político que no buscaba el conflicto sino solucionar los problemas de la gente, muy diferente al agresivo matrimonio Kirchner. Al final, la elección se decidiría entre cambio y continuidad. Y el 51% de los argentinos optó por el cambio. “Que Macri haya llegado como triunfador al primer ballottage de la historia argentina es un milagro”, escribió un periodista del diario argentino Perfil en una nota titulada precisamente así: “Ganó Durán Barba”.
Durán Barba nació en 1947, estudió Ciencias Políticas en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, y ha publicado una decena de libros. En ellos, este consultor expone su pensamiento y sus consejos para ganar elecciones. Para Durán Barba, ganar elecciones es un asunto de investigación y estrategia, no de pasión ni ideología, y por eso algunas de sus ideas pueden desilusionar a quienes creen que la política debe tener bases morales o es un combate entre ideas correctas e incorrectas, entre buenos y malos. De hecho, muchos acusan a Durán Barba de ser un “mercenario” o, al menos, un cínico. Otros lo ven sencillamente como un “Maquiavelo” latinoamericano, un consejero que ha desacralizado la política y que basa sus consejos en su continua investigación de los electores sudamericanos.
Estas son sólo algunas de las ideas que Durán Barba ha puesto al servicio de los “príncipes” para los que ha trabajado, y que han sido extraídas de sus libros:
- “Sobre todo en la academia norteamericana se instaló la idea del ‘rational choice’, que suponía que los electores eran fríos, informados, comparaban posibilidades y escogían lo que les convenía. La verdad es que somos simios con sueños racionales, pero usamos poco la cabeza”.
- “Ni en el mundo de los electores ni en el de las élites intelectuales se decide el voto razonando. Cuando un candidato le cae bien a un elector, es posible que vote por él”.
- “Las propuestas son importantes para el país, pero tienen poca importancia para conseguir votos […] Finalmente, las propuestas son las mismas en todos los países: ‘Daremos más empleo, ‘mejoraremos la salud’, ‘lucharemos en contra de la inseguridad’, terminaremos con la corrupción’ y otras semejantes […] Si el mensajero tiene credibilidad y cae bien a la gente, nuestro ataque o nuestra defensa pueden llevarnos a ganar”.
- “El ciudadano no vota por alguien que le parece desagradable, a menos que el miedo, el rencor u otros sentimientos negativos lo motiven a votar más que ese rechazo”.
- “Con frecuencia la gente vota alentada por resentimientos en contra de alguien o algo […] Los votantes no se mueven solamente en pos de su propio bienestar, sino que también lo hacen buscando que les vaya mal a otros que les caen mal […] La envidia mueve más que la conveniencia”.
- “Los electores votan por líderes con sentimientos, no por gerentes eficientes. Quieren ser tomados en cuenta, demandan cortesía, cariño”.
- “Cada persona, cada grupo, cada barrio o sector, quiere todo para sí mismo y no está interesado en el bienestar de los demás […] En muchos casos, quieren confort y diversión antes que solucionar sus problemas básicos de infraestructura […] No suelen votar por un dirigente que hizo algo, sino que votan por quien puede darles algo en el futuro. No los mueve la gratitud, sino la esperanza”.
- “Generalmente las campañas electorales latinoamericanas se deciden más por las equivocaciones de quienes pierden que por la habilidad de quienes ganan”.
- “El atacar por atacar normalmente conduce al fracaso”.
- “En política todo es efímero y transitorio. No hay candidatos ideales, sino candidatos provisionalmente deseables”.
- “En cada momento, los electores, con sus gustos y opiniones efímeras, buscan distintos tipos de líder y todo el tiempo cambian de opinión”.
- “Lo que importa es la imagen, que tiene que ver con la realidad, pero no siempre se ajusta con exactitud a ella […] Son las imágenes y no los programas las que deciden quién gana una elección. Este no es un problema de gustos o de opciones ideológicas”.
- “Los discursos líricos suelen encubrir intereses concretos. No se confunda. La política no es poesía, sino articulación de intereses […] Los principios suelen acomodarse a las circunstancias. Lo que no varían son los intereses”.
- “En muchas ocasiones es útil ser atacado y no contestar la agresión de manera directa. Los ataques equivocados crean víctimas y a mucha gente le gusta apoyar a los agredidos”.
- “La ira es madre de muchas derrotas”.
- “Cuando un líder con mala imagen ataca a otro con mejor imagen, lo puede ayudar en lugar de hacerle daño”.
- “Los perritos ladran siempre que se los provoca. Los seres humanos, si son superiores, deberían responder solo cuando les conviene”.
- “Mientras más inseguros, violentos, militantes, fanáticos e irracionales sean [nuestros adversarios], más útiles pueden sernos”.
Ricardo Leiva, académico de la Universidad de los Andes.
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