Los reveses que Chile ha experimentado en el Tribunal de La Haya nos llevan a elaborar la hipótesis de que los argumentos judiciales no son suficientes y que es necesario elaborar estrategias comunicacionales que diseñen los escenarios deseados.
Los éxitos que han tenido las posturas peruana y boliviana se han centrado en grandes y extensas estrategias comunicacionales destinadas a generar en la opinión pública internacional el escenario propicio para sus demandas, cuestión que no han desarrollado las autoridades chilenas.
Mientras Chile se ha centrado casi exclusivamente en argumentos de carácter jurídico, el gobierno de Bolivia ha diseñado una campaña comunicacional para victimizarse como nación y trasformar a Chile en el malo de la película. Dentro de este nuevo escenario, la excusa de que la mediterraneidad de la nación altiplánica es la causa fundamental de todos sus males se convierte en el elemento central para causar empatía en la opinión pública y autoridades internacionales.
Tal como lo plantea Manuel Castells, las luchas de poder se libran en los campos de batalla y los medios de comunicación. Para este académico español, el poder es eminentemente una construcción simbólica, en el cual el uso de los medios de comunicación de masas y las redes sociales son lo que otorga la legitimización para su ejercicio.
Ése es un hecho que Evo Morales tiene bastante claro y ha tenido éxito en emplearlo como la principal estrategia para sentar a Chile frente al Tribunal de La Haya. Sus argumentos no son de carácter jurídico, son netamente comunicacionales. Sin embargo, eso no significa que no tengan validez, tal como platean las autoridades chilenas. El reciente fallo del Tribunal de La Haya demuestra que no sólo son válidos, sino que incluso son más útiles en este caso que todos los argumentos jurídicos que ha planteado Chile.
Las luchas de poder son de carácter simbólico y no se llevan a cabo en los tribunales internacionales, sino que en los medios de comunicación. Al analizar las estrategias desarrolladas por el gobierno boliviano podemos observar que han aplicado de manera correcta y ejemplar una gran cantidad de teorías y modelos de comunicación.
Han sido especialmente hábiles para emplear modelos de persuasión y, específicamente, el Modelo de Doble Paso, para realizar lobby con distintas autoridades internacionales. Convencer a líderes de opinión y convertirlos en embajadores de la postura boliviana, es un éxito enorme que dio sus frutos cuando la Corte Internacional de La Haya rechazó las objeciones preliminares planteadas por Chile.
“No hay mejor defensa que un buen ataque”. Tal como planteaba Julio Martínez, Chile debe generar una estrategia comunicacional para contrarrestar el escenario que ha diseñado Evo Morales. Esta es una batalla que se libra en CNN, BBC, CBS, Fox, el diario El País, The New York Times, Twitter y Facebook. De no ser así, de no lograr revertir el escenario en el cual Chile ha sido satanizado frente a los medios de comunicación internacionales, tendremos que enfrentar un futuro aún más adverso. O tal como lo dijo la Presidenta en un medio de comunicación: “Cada día puede ser peor”.
Oscar Jaramillo C., Docente Escuela de Periodismo Universidad Mayor.
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