¿Qué tendrán los funerales narco que parece que celebraran en la muerte lo que hicieron bolsa en vida?

Igual yo prefiero pasarlo bien en vida sin provocarle jamás a nadie la muerte. 

Nada de carrozas negras, ni pompas fúnebres esteichon wagon… aquí puro auto de lujo con luces neón y reggaeton sonando sin ton ni son. En cambio, nosotros con música de cámara lenta y lloriqueos sin escopetazos… con suerte ando con fosforitos en la cartera. 

«Tú, que has venido a la orilla…», tocado en guitarra con cejillo… parece le faltara brillo al lado de «Mami te voy hacer tocar el cielo», con subwoffer y sourround en Do menor. 

Nosotros prendemos apenas unas velas o cirio pascual cuando la cosa se viene importante y allá te prenden una parrilla con chorizos y fuegos artificiales. Aquí te dan apenas una ostia por nuca, sin manjar Colun, y el único que toma vino es el curita. Injusto y fome, por decir lo menos. Yo iría cantando en familia las canciones favoritas del pariente o fallecido… «I am just a gigolo and every were I go people wants to know…» o «Yo quiero tener un millón de amigos…» No es pecado si no te sabes la letra… sin disparos, así no más, tranquilita con pena y agradecida.

Pero no, no se puede, es mal visto. Tenemos que cantar «Tú, que has venido a la orilla…», que es más fome que vender tumbas en Calama o vender lanchas en La Ligua. Acá la costumbre es TODO de negro: el ataúd, la tenida de los deudos, el curita, el finao, hasta el novio se viste de negro. En cambio el narco te viste de blanco white con collares de dudoso lujo; el cajón también es blanco lacado con las manillas más doradas que botón de farsante, vidrio polarizado y muerto entero maquillao. Incluso puede haber un diaporama del fallecido con fotos collage y video. 

Pero no, acá el cajón bien cerrado, ¡¡que rabia!! Y yo, que vengo blanqueándome los dientes y la sonrisa hace años pa’ que me vean que me fui feliz… plata perdida. 

Tanta sencillez y cuestionable moralidad de mi lado hacen que el brillo encandile y atornille peligrosamente con Belsebu pal’ otro lao’. 

No es por ná, igual es raro que mientras todos estamos de negro y bien tapados, Jesús anda en calzoncillos todo rasguñado…

Yo creo que le vamos a tener que poner marketing del weno a la Iglesia de Nuestro Señor Yisus Cristofer Resucitado. Así que, no sé, es una sugerencia: o le ponemos aguardiente en vez de agua bendita en la piletita de la parroquia y  lanzamos una orquesta tipo la Huambaly o Yolito y su Combo encima del púlpito, «todos los domingos, todos los domingos», o efectivamente el Señor no nos va a mirar a los ojos ni va a venir a la orilla. Jesús va a ser muerto y sepultado, y en puros mambos entre piojos resucitados.

Y si va a tomar vino solo uno, que lo multiplique y nos convide a todos. Ya está bueno ya. 

En esta Semana Santa quería ofrecer mis servicios en marketing y asesorías paganas al Vaticano.  

Para pecados veniales, marque 3.

Para pecados mortales, marque 1. 

Para pecados de la carne, marque asterisco.

Si cometió los tres anteriores, solo cuelgue. 

Dios te ama. 

Y mi mamá me mima.

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