¿Celebraron San Valentín?

Yo últimamente estoy más dedicada al cabernet franc que al amor, sin embargo, no puedo dejar de notar cuánto amor hay alrededor de este gobierno.

Love is in the air, in the whisper of the tree. Los arbolitos y su bienamado líder aman el octubrismo, pese a que ya parece bastante claro que su fijación está adquiriendo notas medio necrofílicas. Porque el octubrismo está muerto, pero siguen usando su cadáver para asustarnos, con estertores anacrónicos que cada vez más están en la línea de Scooby Doo que de una película de terror.  

And I don’t know if I’m being foolish. Pero nada de la mitología octubrista, absurda y contradictoria se hubiera podido entronizar como lo hizo sin la ayuda de los facilitadores. Esos que en verdad creyeron que todo fue espontáneo y del pueblo, que se demoraron fácilmente su añito y medio en reconocer que existía algo llamado octubrismo, que genuinamente pensaron que la Convención Constitucional estaba inspirada y conformada para dar a Chile una constitución moderna, liberal y acotada. Y hoy, de verdad creen que el cambio climático es el responsable de los incendios. ¡No se les vaya a enojar Greta, por San Leonardo DiCaprio! ¡Ya poh!  los quiero mucho, pero un poquito de lógica. La mayoría de los incendios son iniciados por seres humanos. Otra cosa son las condiciones favorecedoras, pero igual, para que se inicien, tiene que haber una persona, o gil o mala, para simplificar. Podemos por favor esta vez saltarnos directo a la parte en que ustedes tienen una epifanía.

But it’s something that I must believe in. El octubrismo es mucho más que violencia y fuego, se ha convertido en un credo, con sus propios dogmas, mitos de origen, sacerdotes, estética y hasta humor. Por ejemplo, de los creadores de “fueron loh pacoh”, “fueron las inmobiliarias”, llega para ustedes: “fueron las forestales”. No hay razón ni lógica en el amor y ellos aman esta mitología de buenos (ellos) y pésimos (todo el resto). Por eso, que el Fiscal Nacional dijera que las forestales son víctimas cayó como blasfemia.

Este gobierno ha hecho lo imposible (incluso levantar al alba al Presidente) para capitalizar esta tragedia en términos de imagen. Nada nuevo bajo el sol, era esperable. El problema es que no tienen con qué hacerlo. Y la Cadem mostró que Chile se da cuenta de eso.

El (glorioso) 4S fue realmente histórico. Se ganó mucho más de lo que creemos y hemos sido capaces de analizar por la premura con que algunos corrieron a depositarle otra ficha a este gobierno.

Fue una derrota histórica para el octubrismo, pero sus fieles lo siguen invocando cuando se preocupan más de anunciar un royalty antes de tener controlada la emergencia y se ha trabajado codo a codo con las forestales (grandes y chicas por lo demás). Cuando no agradecen a Israel como al resto de los países que nos han tendido la mano. Nada de esto es una “desprolijidad”, es la cosmovisión octubrista con todos sus mitos de origen.

Esta pitonisa piensa que la sociedad civil en Chile siempre logra estar a la altura de estas tragedias. Es parte de nosotros e incluso es algo de lo que estamos orgullosos. El 4S nos devolvió ese orgullo y cada vez más en contraste, los discursos octubristas se van a ver extremistas y desconectados. El problema es cómo este gobierno se hará cargo de la seguridad, que incluye al fuego , y quien le exigirá que lo haga. Harían bien en darse cuenta, digo, sobre todo si en mayo van a pedir que expresemos nuestro amor con un voto.

Love is in the air… ¡ah no! Sigue siendo humo.

*K-Sandra

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