Bueno, finalmente salió a la luz pública el programa -¿definitivo?- de Gabriel Boric, después de haber estado, dejado de estar y vuelto a estar. Salió con retoques y un extenso uso de maquillaje -de muy dudosa calidad- que va a mancharnos a todos después de las primeras lágrimas, cuando el maquillaje se corra. Si bien los programas de gobierno son una declaración de intenciones (afirmación de la que Sebastián Piñera puede dar fe), reflejan no solo las medidas que el candidato quisiera implementar, sino sobre todo el pensamiento y sentir de su nutrido grupo de asesores, de sus “influencers” y sobre todo de las doctrinas totalitarias de los movimientos y partidos que lo apoyan y dirigen. De ahí que el secretario de RD manifestara que se viene un período de inestabilidad, antesala de profundas transformaciones. Después dijo que creía que se había equivocado, pero no sonó muy convencido de no creer en lo que cree. Tiene toda la razón el candidato a senador Depolo; el programa de Boric generará mucha inestabilidad.

Obviando el análisis de cada una de las medidas en particular, es relevante señalar que  las propuestas del programa que apuntan a una mayor igualdad lo hacen por la única vía que la izquierda sabe: igualando hacia abajo. Por ejemplo, un sistema único de salud que, a la larga o a la corta, hará desaparecer las Isapres.

Refundar las policías es otro de los aspectos más serios del programa de Boric. Por supuesto este es un ataque al enemigo de los insurrectos, de los incendiarios y de los delincuentes y anarquistas que dejaron un nivel de destrucción nunca visto en Chile y que son aquellos que la izquierda debe defender a brazo partido, apelando hasta la saciedad a la cantinela de los DDHH que habrían sido vulnerados. Es decir, defender a esos delincuentes radicales y violentistas que no respetaron ningún derecho humano de los empresarios y emprendedores saqueados y devastados durante la fiesta de destrucción.

Invariablemente, aparece una y otra vez en todo texto que redacta la izquierda el tema del feminismo, como si el respeto y los derechos de la mujer fueran su monopolio. Igual cosa con el reconocimiento de la diversidad de género, olvidándose por supuesto, que siempre fue norte de uno de sus próceres, el “Che” Guevara, fusilar y matar a todos los homosexuales que se cruzaran en su camino.

Continuando con el objetivo de terminar con las AFP, el programa esta vez lo confiesa. Lo que no confiesa es que expropiarán el 18% del futuro aporte a pensiones, que será de cargo del empleador pero no más de propiedad del empleado.

Notable es destacar las “soluciones” que la izquierda de Boric plantea en materia de impuestos, aumentando donde pueda -personas de clase media incluidas- y por los medios que pueda. Al final, la recaudación fiscal con Boric disminuirá inexorablemente por menor inversión y mayor evasión.

Observando el clima social y político que percibe la población, la ciudadanía está bastante hastiada ya de inestabilidades, de violencia y de las actitudes de superioridad moral de los políticos de izquierda -convencionales constituyentes incluidos-. Ese hastío bien puede reflejarse en las urnas el 21 de noviembre próximo.

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