Señor Director,
La conmemoración del Día Internacional de la Mujer coincidió con una gira por siete ciudades del norte y sur del país destinada a estimular la participación de las comunidades. En terreno constatamos las diversas luchas que a diario dedican las mujeres por múltiples padecimientos.
El drama mayor es el de la seguridad, en el que lejos de una actitud pasiva, vimos a mujeres organizando sus barrios con valentía para crear sistemas de alerta y reacción comunitaria para tratar de compensar el insuficiente trabajo preventivo de policías y autoridades. En los delitos las mujeres estamos expuestas a vulnerabilidades particulares, que agudizan el temor en nuestros barrios y calles. Está también nuestro inalienable instinto de proteger a nuestros seres queridos.
Constatamos que en Arica e Iquique la creciente inseguridad por hechos de violencia cada vez más graves y recurrentes es real. No se trata de algo generalizado aún, pero sí con gravísimos focos del crimen, respecto de los cuales estamos a tiempo de intervenir para que no proliferen.
Sin duda que en los barrios somos las mujeres las que lideramos la defensa de nuestra seguridad cuando el Estado falla. Sin embargo, un reciente estudio nacional realizado por Evópoli Mujer constató que sólo el 5,9% de la gente identifica la “seguridad” como un área en que las mujeres podríamos influir en la política. Las medidas antidelincuencia están mucho más identificadas con liderazgo masculino, a pesar de que en las comunidades son las mujeres las que lideran está compleja lucha.
Tenemos la certeza de que Chile entero se vería beneficiado si más mujeres se integraran a esta área de la política para aportar su invaluable experiencia en medidas de mitigación y eliminación del delito.
María José Herrera
Vicepresidenta nacional de Evópoli
Macarena Riquelme
Encargada nacional de Evópoli Mujer