Señor Director:
Es curioso, por decir lo menos, escuchar al diputado Jaime Naranjo (PS) referirse a la actitud de algunos diputados que no votaron la reforma tributaria del gobierno. Reforma cuya única certeza era la de anular la inversión y crecimiento del país, afectando de manera casi inmediata a la clase media y los más vulnerables de nuestro país.
Cómo olvidar el episodio de infantilismo e irresponsabilidad que protagonizó el mismo honorable, con un discurso de 15 horas y tres minutos, con el único objetivo de que el entonces diputado Giorgio Jackson llegara a votar la segunda acusación constitucional en contra del Presidente Sebastián Piñera.
Sebastián Ravest Ibarra