Señor Director,
De acuerdo con el estudio “Gender gaps in labour informality: The motherhood effect, 2022”, la gran razón por la cual las mujeres trabajan de forma informal en Chile está relacionada con la maternidad, ya que el nacimiento del primer hijo tiene un efecto fuerte en el empleo femenino, aumentando hasta en un 38% la informalidad. Un caso similar se podría replicar cuando una mujer está a cargo del cuidado de su padre o de su madre.
La actual rigidez del sistema laboral en Chile es la principal razón por la que las mujeres migran desde el sistema laboral formal al mercado informal, luego del nacimiento del primer hijo -o la enfermedad de una persona mayor- pues se les pide trabajar como si no tuviesen responsabilidades familiares y cuidar como si no tuviesen trabajo.
El proyecto de las 40 horas debe hacerse cargo no sólo de la rigidez de la jornada, sino también de su rigidez si quiere realmente quiere avanzar en equidad de género. Por ello, hacemos un llamado al Ejecutivo y a parlamentarios a presentar indicaciones y así avanzar hacia una solución estructural donde el teletrabajo y la flexibilidad laboral sea un derecho de trabajadores con responsabilidades de cuidado cuando sus funciones lo permitan. El punto clave será incentivar que dicha modalidad sea utilizada tanto por hombres como mujeres.
De acuerdo a CADEM un 60% de los trabajadores quiere volver a teletrabajo o a modalidad híbrida. Existiendo trabajos que se pueden hacer parcial o totalmente de forma remota. ¿Por qué negar esa posibilidad? La evidencia comparada nos ha mostrado una correlación positiva entre el uso de flexibilidad laboral e indicadores de productividad y retención de talentos.
Sólo pedimos opciones y la libertad de poder ejercerlas.
Verónica Campino García Huidobro y Pedro Espinoza Baez, Movimiento #YoQuieroEstar