Señor Director,
Con el acuerdo constitucional 2.0 recordé el sabio dicho de mi madre: “el flojo trabaja dos veces”.
Si el Congreso Nacional hubiese ejercido sus facultades constituyentes desde un inicio, cuando se instaló la “necesidad” -que nunca fue tal- de modificar la Constitución en 2019, nos habríamos ahorrado el fallido intento de la Convención, y tampoco habría sido “necesario” ir a por un incierto segundo acuerdo y su propuesto Consejo Constitucional.
Rodrigo Meléndez Barrena