Los resultados de la elecciones de gobernadores marcan en parte un cambio de las tendencias que habíamos observado desde la elección para la Convención Constitucional realizada el 15 y 16 de mayo pasado, cuando la extrema izquierda, representada por el PC, FA y la llamada Lista del Pueblo, tuvieron una abultada victoria, en detrimento de la ex Concertación y, ciertamente, la centro derecha. Sin embargo, un número importante de gobernadores, 10, correspondientes a la Unidad Constituyente, fueron electos, incluyendo a Claudio Orrego en la Región Metropolitana, derrotando a la coalición de extrema izquierda e instalando una hipótesis que posiblemente marcará los próximos concursos presidenciales y parlamentarios.

Varias señales dejó esta última contienda electoral: en política no existen ni candidatos ni coaliciones muertas. Recordemos que a la Unidad Constituyente, o ex Concertación, se le señaló como finalizada, pero el resultado de la elección probó que está absolutamente en carrera para las próximas contiendas, previendo que es capaz de dilucidar un mecanismo que dirima la pugna que actualmente mantienen Yasna Provoste con Paula Narváez para representar a ese conglomerado. En los momentos que escribo, la indefinición aún de la candidata de la DC, que ni siquiera es la representante oficial de ese partido, ha incrementado la tensión con el PS, debido fundamentalmente a que un mecanismo de primaria convencional es de un alto costo, cercano a 1 millón de dólares, y no va a contar con el apoyo del Servel.

Esta es la continuación de la saga que se inició con el acercamiento del PS a la extrema izquierda, cuando la misma noche de la inscripción del pacto para las primarias legales, éste no se concretó por exigencias que finalmente el PS no aceptó. Imagino que ambos partidos no se harán el harakiri, porque de lo contrario no habrán acuerdos parlamentarios. Por lo tanto, el incentivo de llegar a un entendimiento está todavía vigente.

Asimismo, la extrema izquierda sufrió una derrota significativa en la última elección de gobernadores, demostrando que los votantes aún prefieren la moderación.

La centro derecha experimentó una dura derrota y veremos cómo se articula en las próximas semanas para transmitir un mensaje que capture a las grandes mayorías de este país. Es cierto que el porcentaje de abstención -cercano al 80%- y el populismo desatado -entre otras razones a causa de la pandemia- han conspirado contra esa coalición, pero la debilidad e impopularidad del Presidente de la República ha afectado la votación de la centro derecha y son consistentes con los resultados de las últimas elecciones. Por tanto, este sector debe elegir no solo un buen candidato, sino también una estrategia  que logre atraer nuevamente a su electorado. Recordemos que en la última elección presidencial, Piñera ganó por más de un millón de votos, hace solo 3 años y medio.

La economía continúa mostrando una trayectoria de recuperación, aunque sabemos que las cifras corresponden a un ejercicio estadístico afectado fuertemente por la baja base de comparación del año 2020, inmerso en una recesión. El Banco Central ya nos indicó algo que habíamos adelantado en otras columnas: el PIB de los próximos años se acercará al 2%, cifra insuficiente para la recuperación efectiva del mercado laboral y del consumo permanente, ratificando además el déficit de un crecimiento vigoroso de la inversión, principalmente debido a la inestabilidad política.

La inflación aparece mostrando una trayectoria más empinada, con lo que mi estimación para este año se acerca al límite superior de la banda, 4,0%, y permite vislumbrar que el BC ajustará más de una vez antes de fin de año la tasa de interés. Es probable que durante el primer trimestre de 2022 la trayectoria de la inflación anualizada perfore el límite superior de la banda.

En EE.UU., la Reserva Federal ha indicado esta semana que podría iniciar el proceso de ajuste de tasas de interés al alza, debido a que las expectativas de inflación están creciendo allí. Asimismo, el ritmo de dinamismo de la economía continúa expandiéndose con un importante efecto positivo en la demanda de trabajo de distintos sectores de esa economía, amenazando con ello también la trayectoria de la inflación al alza.

China, por su parte, anunció el uso de reservas de varios metales, para suavizar el alza en los precios que han venido experimentando en los mercados internacionales, entre ellos el cobre. Esto desmiente a aquellos que anunciaban un llamado súper ciclo del cobre y supongo que será considerado en la discusión que se ha iniciado en el Parlamento por el impuesto a la minería.

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