De las fuerzas políticas que conforman la Convención fue el Frente Amplio el que se ubicó en el escalón más alto del podio de los ganadores, al haberse aprobado el pase al borrador de Constitución de la eliminación del Senado y de la creación de una Cámara de Regiones, que no formará parte del Congreso. Esto representaría un desmontaje completo del sistema político en Chile como se conoce hasta ahora.

Esa es la evaluación que la constituyente Marcela Cubillos realizó durante su participación en el Podcast Constituyente de El Líbero, sobre lo ocurrido la tarde del miércoles en el pleno de la Convención.

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«Es primera vez que el Frente Amplio gana lejos. La eliminación del Senado fue el gran triunfo del Frente Amplio porque ellos son partidarios de un Congreso unicameral, lo fueron siempre, y lo que lograron fue eso. Al eliminar el Senado queda solamente el Congreso de Diputados. Se crea un órgano anexo, decorativo, que es esta Cámara de Regiones, que no es parte del Congreso», aseveró la convencional de Chile Vamos.

En la mencionada sesión, por un total de 104 votos a favor, tan solo uno más de los mínimos requeridos, fue aprobado un artículo que establece que «la Cámara de las Regiones es un órgano deliberativo, paritario y plurinacional de representación regional encargado de concurrir a la formación de las leyes de acuerdo regional y de ejercer las demás facultades encomendadas por esta Constitución».

Los previsto en esta última parte de la propuesta de norma es otro de los asuntos sobre los cuales Cubillos puso la lupa: «Además no se aprobaron sus atribuciones».

El artículo que contenía las labores específicas a ejercer por este órgano no fue aprobado, por lo que correspondería al «Congreso unicameral y plurinacional, con escaños reservados» establecer las funciones de «esta camarita testimonial de las regiones», señaló Cubillos.

«Perfectamente el Frente Amplio y el Partido Comunista, que también es partidario del unicameralismo, podrían decir que da lo mismo, porque no quedaron las atribuciones en la Constitución», advirtió la convencional.

Además de hacer énfasis en el triunfo del Frente Amplio, Cubillos también destacó la derrota que el Partido Socialista sufrió en ese mismo plenario.

«Hoy día el PS no tiene nada con qué exigir que le mejoren su fórmula (…) No se entiende lo que hizo el Partido Socialista, que siempre había tenido un poder de bisagra. Se rindieron, de verdad», dijo.

Los peligros de un «súper Congreso»

Desde la perspectiva del abogado Germán Concha, quien también participa en el podcast, la eliminación del Senado es un retroceso en el desarrollo del Poder Legislativo.

El académico de la UC ilustró la gravedad del asunto con un ejemplo: «Hay que pensar que en un régimen presidencial, el Congreso tiene una atribución que es muy relevante, el juicio político. La primera Cámara es la que hace el análisis de si hay bases suficientes, antecedentes; la segunda, el Senado, es la que juzga como jurado y la que toma la decisión final. Esto es así para evitar que una mayoría transitoria, un entusiasmo transitorio, cambie nada menos que la institucionalidad del país».

Ante ese escenario hizo una aclaratoria adicional. «El Congreso puede destituir al Presidente de la República. ¿Entonces se va a dejar en un régimen presidencial una sola Cámara que tome una decisión de esa magnitud? Porque el Presidente no puede destituir parlamentarios. Ojo, esto no es simétrico», dijo.

«Lo que asume el sistema es que para evitar la «borrachera» de una Cámara, en el sentido de que la mayoría se entusiasme con algo y no lo piense tanto y lo apruebe, entonces se tienen dos cámaras, de manera que haya una segunda que revisa y analiza si hay cambios de criterio. Este juego es una manera de equilibrar las mayorías en ambas cámaras», explicó.

Continuando con las atribuciones del Senado, el abogado señaló que este órgano es el que habitualmente autoriza nombramientos como los de la Corte Suprema o Banco Central. «Si se toman todas esas atribuciones adicionales y se las pasan a la Cámara de Diputados lo que se genera es una concentración de poder demasiado grande, porque se tiene un órgano dentro del sistema que pasa a ser el que de verdad gobierna», aseveró.

«Esto que se está haciendo es generar un súper Congreso, frente a un Presidente que va a quedar muy debilitado y frente a los otros poderes, que también van a quedar debilitados. ¿Qué va a pasar con el Poder Judicial, que es el gran compensador, si queda sujeto a un Consejo de Justicia que va a ser a su vez parte de aquello en lo que el Congreso tiene influencia?», planteó Concha.

«Parlamentarismo disfrazado»

El borrador de Constitución que se le presentará a la ciudadanía, de seguir por el camino que va en la Convención, sería, en criterio de Concha, un «parlamentarismo disfrazado», no un verdadero sistema presidencialista.

«El Derecho va a reemplazar el sistema presidencial a la mala. Si lo que se quiere es un sistema parlamentario, entonces que sea un sistema parlamentario, pero con las características, los controles y los contrapesos correspondientes», advirtió el jurista.

Concha fue insistente con respecto a este punto. «Lo que se está haciendo, de iure (de Derecho), ya no de facto (de hecho), es trasladar el peso político hacia el Congreso, desequilibrando completamente el sistema político. Si lo que se quería era ir hacia el parlamentarismo, que puede ser una opción, perfecto, pero que sea parlamentarismo de verdad, no esta suerte de parlamentarismo disfrazado».

«Se avanza a una Constitución en la que la gente queda cada vez más lejos del poder»

Para Cubillos es determinante que la ciudadanía comprenda lo que está pasando en Chile: «La gente tiene que entender. No es que le cambian el nombre al Senado por Cámara de las Regiones. No, eliminaron el Senado, quedó un Congreso con una Cámara, la Cámara de Diputados y se crea un órgano accesorio distinto, que nadie sabe quién lo integra ni qué atribuciones va a tener porque no quedó nada de eso en esta propuesta de Constitución».

Desde la mirada de la convención, la eliminación del Senado es un asunto que sí toca directamente al ciudadano común. «Se avanza a una Constitución en la que la gente queda cada vez más lejos del poder y de las decisiones políticas, con espacios completamente entregados a lo que quiera la mayoría circunstancial de un minuto determinado. Eso, cuando la gente lo entienda sí es algo que cala hondo, porque lo que había atrás de las protestas es que la gente quiere más poder, no menos», dijo.

Si el Presidente de la República y el Congreso unicameral pertenecen a una misma coalición «harán lo que quieran», pero si son de fuerzas políticas distintas, entonces el jefe del Ejecutivo será «un rehén», indicó Cubillos.

La advertencia de la constituyente fue contundente: «Está claro que quien se hace de este Congreso unicameral la primera vez se puede llevar la pelota para su casa y eso es muy complicado para una democracia».

Ya la convencional había advertido que «casi todas las instituciones de la República iban a ser víctimas de la Convención».

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