Señor Director:

Muchas de las autopistas concesionadas han recuperado con creces su inversión, especialmente porque el flujo vehicular ha tenido un ascenso ininterrumpido y las previsiones de ingresos han sido muy superiores a las estimadas al momento de suscribirse los respectivos contratos de concesión.

El precio de los peajes que cobran las autopistas que están en la precitada condición es abusivo y, en justicia, deberían ser reducidos sustancialmente; a la mitad o menos de su valor actual. Esas concesionarias deberían rebajar voluntariamente los precios y, si no lo hicieren, el Estado debería requerir ante los tribunales de justicia la aplicación de la cláusula rebus sic stantibus.

Dicha cláusula permite la revisión de las obligaciones cuando se ha roto el equilibrio económico del contrato y se ha producido una excesiva onerosidad sobreviniente. Esta cláusula, aun cuando no está reconocida legalmente, ha sido admitida por la jurisprudencia sobre la base de principios de equidad en casos de una alteración extraordinaria o una desproporción de las prestaciones en el momento de cumplir el contrato en relación con las concurrentes al tiempo de su celebración.

Esta cláusula no tiene efectos rescisorios, resolutorios o extintivos del contrato, sino únicamente efectos modificatorios del mismo, encaminados a compensar el desequilibrio de las prestaciones.

Aparte de las consideraciones precedentes, la actual crisis económica y social puede ser considerada como un fenómeno capaz de generar un grave trastorno o mutación de las circunstancias y, por lo tanto, alterar las bases sobre las cuales las relaciones contractuales habían sido establecidas.

Por otra parte, una rebaja en el precio de los peajes o TAG como la propuesta, contribuiría a descomprimir la actual presión social.