«¿Qué se siente ser el presidente de la Democracia Cristiana?», le pregunta el columnista dominical de “El Mercurio” a Fuad Chahín, al comienzo de la entrevista “¿Te atreves con Joe Black?“.

“Una tremenda responsabilidad, un gran desafío, y una bonita oportunidad. Me pareció desafiante, hoy que no había nada que ofrecer. Sí compromiso, sacrificio, y también una gran oportunidad para reinventarnos, para poder renovar nuestro mensaje, nuestras ideas, pero también nuestro liderazgo. Lo tomé como una gran oportunidad, a lo mejor ahí me apareció mi gen paisano y tomé la decisión de comprar barato, y espero que la DC cuando finalice nuestro mandato esté en una mucho mejor posición», le responde el presidente de la DC.

En la conversación, Chahín se refiere al perfilamiento que ha tenido el partido bajo su mandato, y asegura que la colectividad “ha vuelto a ser protagonista en la escena politica nacional”.

Estas son algunas de las preguntas de la entrevista con Joe Black:

 

-¿No le parece que ser presidente de una DC sin Mariana Aylwin, sin Gutenberg Martínez, sin Soledad Alvear, entre otros, es como una versión disminuida de ese partido histórico?

En absoluto, creo que es una gran oportunidad para el recambio, para renovar las cosas, para darles espacios a nuevos militantes que puedan ocupar roles y que puedan tener la posibilidad de jugar un papel más protagónico en el país, con nuevas ideas, con nuevas formas de hacer política, entendiendo también esta nueva sociedad. La DC tiene un voto muy leal en las personas mayores, pero le ha costado interpelar a este nuevo Chile, y creo que hoy es una oportunidad, justamente el que algunos han tomado la decisión de partir siempre es doloroso, pero también te permite la posibilidad de renovar. O nos renovamos o morimos. Para que sea creíble ese nuevo discurso también tenemos que ir renovando los rostros, por eso lo veo más como una oportunidad que como un problema.

-¿Usted es de los democratacristianos de izquierda, de centro, o de derecha? Porque uno puede encontrar de esas tres variedades en su colectividad, ¿o no?

Bueno, ese es un clivaje del pasado creo yo, porque hoy tenemos un electorado mucho más volátil, que se mueve más por distintas causas e intereses. Porque le puede preocupar gratuidad en la educación, pero también la seguridad ciudadana, el concepto de orden, que siempre fue más bien asociado a la derecha, también es un valor que tenemos que asumir de manera más transversal, al igual que el crecimiento económico (…) Siempre nuestro partido fue uno de vanguardia, era capaz de interpretar el presente, de proyectarse al futuro, de tener respuestas innovadoras, creativas, para resolver los problemas. Hoy creo que el gran problema es que nuestro partido dejó de ser un partido de vanguardia.

-¿Qué le gustaría que dijera en su Wikipedia sobre su paso como presidente de la DC cuando haya concluido su período?

Tres cosas. Que fuimos capaces de que la DC volviera a su esencia, a sus raíces. Lo segundo es que abrimos un enorme espacio para que las nuevas generaciones puedan ser protagonistas de la política, para renovar los liderazgos. Y lo tercero, es que fuimos capaces de convocar a un gran pacto económico y social, que nos permita resolver los problemas pendientes, de cara a la tercera década del siglo XXI (…) Nosotros creemos que más que hacer una política de trincheras, respetando nuestras diferencias, tenemos que llegar a cuatro, cinco grandes acuerdos como país, para resolver lo temas que están pendientes y que se arrastran hace demasiado tiempo.

-Si se quedara en una isla desierta y tuviese que elegir solo a un acompañante para pasar el tiempo hasta que lo rescaten, a quién elegiría, al Presidente Piñera o al presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier?

Chuta…Creo que  tendría que elegir a Piñera por una razón, porque con las piñericosas al menos me mantendría entretenido hasta que me rescaten. Y conociendo a Guillermo Teillier, la verdad es que es bastante silencioso, no es muy bueno para hablar, así que me moriría de lata con Teillier al lado. Con Piñera al menos, con sus piñericosas, creo que estaría más entretenido.