Beers and Politics: Economía digital e impuestos a los influencers
Magdalena Olea
“La promesa que te entregaban las plataformas digitales para comercializar su propia marca, armando un canal de Youtube, convirtiéndote en un líder de opinión en alguna red social, etc, ha tenido una trayectoria bastante agitada. Gente comercializa y obtiene ganancias a través de la comunicación, de su propia imagen. Y hoy aparece esta idea en torno a la fiscalización, no solo respecto a los ingresos que se pueden generar, si no también del tipo de comunicación que se está desarrollando”, explica el académico Arturo Arriagada, especialista en comunicación y redes sociales.
Arriagada, quien dirige “Cultura Social Media”, un laboratorio de estudios sobre comunicación digital de la UAI, afirma que finalmente se constituye una industria paralela en torno al avisaje publicitario, que empieza a competir con la industria de los medios de comunicación masiva y explica que se generan problemas que tienen que ver con qué manera de hace explícita una comunicación comercial que aparenta ser no serlo.
“Es hacia allá donde está yendo la atención de las personas, y por otro lado, la plata de los avisadores. La industria que se configura en torno a esta comunicación requiere cierta normativas“, sostiene.