El Presidente Sebastián Piñera, acompañado del ministro de Defensa, Alberto Espina, promulgó la nueva ley de financiamiento de las capacidades estratégicas del Ejército, el que reemplaza a la antigua ley reservada del Cobre.

Frente a esto, el Mandatario señaló que «es un paso adelante, adicional, hacia la normalización entre las relaciones entre la Sociedad Civil y nuestras Fuerzas Armadas».

En la misma línea, agregó que “estamos dando este paso. Junto con hacer más trasparente el financiamiento de las Fuerzas Armadas, tomó los resguardos para que las Fuerzas Armadas tengan el financiamiento con el monto propio adecuado para su naturaleza”.

En ese sentido, informó que “a esta ley, tendrán que acompañarla en el futuro próximo otras leyes. Como la ley que regula la carrera militar, la nueva ley de inteligencia, la ley que modernizará la justicia militar, y otras de tal modo que completará esta modernización institucional”.

“Los países necesitan tener unas Fuerzas Armadas con una suficiente capacidad disuasiva para evitar siquiera la tentación de que algún otro país quiera atentar contra nuestra integridad o nuestra soberanía. Para ello, necesitan un financiamiento”, sostuvo el Jefe de Estado.

En el mismo tono, añadió que «esta ley es el mejor ejemplo que el camino del diálogo, de los acuerdos, de la buena voluntad, de la colaboración es el camino que Chile necesita, porque cada vez que nos hemos desviado de ese camino hemos aprendido dolorosas lecciones”.

«Chile confía en sus militares, porque han probado en tiempos de guerra y también en tiempos de paz un elevado profesionalismo y una gran capacidad de saber cumplir con la misión que les ha sido asignada», subrayó el Mandatario.

Además, el Presidente Piñera recalcó que «este compromiso lleva asociado un compromiso muy personal, que es estar dispuesto a entregar su vida si fuera necesario por cumplir estos altos objetivos de la patria. Por eso, es una buena noticia que para poder cumplir con estas funciones cuenten hoy con una ley de financiamiento ampliamente legitimada por la sociedad civil, fruto de acuerdos sólidos y transversales».