En su intervención en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se refirió a los incendios forestales en el Amazonas, emitiendo declaraciones con su tono polémico característico.

Frente a esto, el secretario de Estado negó que la Amazonas “esté siendo devastada, no está siendo consumido por el fuego”.

En el mismo tono, agregó que «es una falacia decir que el Amazonas es un patrimonio de la humanidad y un pulmón del mundo“.

Por su parte, acusó a los medios de comunicación de «mentir» en cuanto a lo que está sucediendo en el Amazonas y condenó la decisión de los países miembros del G7 de establecer sanciones por los incendios forestales. En este sentido, afirmó: «Somos uno de los países que más protege su medioambiente».

«Aquellos que nos atacan no están preocupados por los indígenas como seres humanos sino por las riquezas de las reservas», sostuvo Bolsonaro, haciendo alusión a los distintos líderes mundiales.

Bolsonaro destacó el compromiso de su mandato “con las normas más elevadas de los DD.HH., la democracia,  la libertad de religión y de expresión”.

En su discurso aprovechó de emitir fuertes declaraciones, en donde aseguró que hoy unos «60.000 cubanos» están en Venezuela y actúan en las áreas de «inteligencia y defensa» para mantener en el poder a una «dictadura» que ha implantado en ese país que «antes ya fue tan próspero».

Ante esto, indicó que «en los últimos decenios nos dejamos llevar por ideologías que buscaban el poder absoluto (…) la ideología ha invadido nuestros hogares».

Además, afirmó que su país se «salvó del socialismo», y criticó las gestiones de los gobiernos socialistas en su país. «Conllevaron ataques ininterrumpidos a los valores religiosos», afirmó.