La violencia en los liceos emblemáticos volvió a tomar protagonismo. La semana pasada dos hechos marcaron la agenda en esta materia, los cuestionamientos de senadores de oposición sobre la constitucionalidad del proyecto de Ley Aula Segura, y el registro de la agresión que sufrió el cabo Raúl Quintanilla por parte de alumnos del Internado Nacional Barros Arana (INBA).

En conversación con «El Líbero», Tomás Recart, director ejecutivo de Enseña Chile, analiza la actual situación que se vive en los colegios y señala que se ha producido porque «no hay ni consecuencias ni responsabilidades, y cuando eso pasa cada uno hace lo que quiere». Además, apunta a que «lo fundamental es que tanto izquierda como derecha se unan y digan: ‘No más violencia’ como se dijo con el tema del acoso sexual y de la violencia en los estadios».

-¿Cómo analiza las imágenes de la agresión que sufrió un carabinero por alumnos del INBA? 

-En términos generales, de distinta manera, la violencia se ha ido aceptando. Lo que me planteas es algo bastante extremo, que obviamente condenamos. El nivel de violencia verbal, el tipo de violencia física es algo que en el fondo hemos ido tolerando. Es importante levantar y erradicar, porque si no hay un mínimo nivel de trato, de convivencia y seguridad, es muy difícil poder educar.

Tiene que haber reglas súper claras para toda la comunidad antes de entrar al colegio y que los papás sepan también que si a alguien se le sorprende usando, tirando una bomba molotov, se tiene que ir».

-Todo esto se da en medio de la discusión del proyecto de Ley Aula Segura, que ha sido cuestionado por senadores de la oposición en la comisión de Constitución.

-Más allá de lo que dice una comisión en particular, aquí lo fundamental es que tanto izquierda como derecha se unan y digan: «No más violencia» como se dijo con el tema del acoso sexual y de la violencia en los estadios. Uno puede encontrar las causas y de dónde vienen, pero hoy día, antes de ir al fondo hay que apagar el incendio. El incendio existe y eso no se puede abordar con un problema de fondo y tomar seis meses. Hoy día le están pegando a Carabineros, están tirando bombas molotov, eso es un incendio que hay que apagar al tiro y después sin duda hay que meterse en el tema de porqué se están dando estas cosas. Es necesario ver el fondo y las causas, pero hoy día hay un incendio y hay que apagarlo.

Más allá de lo que dice una comisión en particular, aquí lo fundamental es que tanto izquierda como derecha se unan y digan: ‘No más violencia’ como se dijo con el tema del acoso sexual y de la violencia en los estadios».

-Además de la Ley Aula Segura, a su juicio ¿cómo se puede ir trabajando para disminuir los niveles de violencia en los colegios?

-La respuesta es bien simple: reglas claras ex-ante. Tiene que haber reglas súper claras para toda la comunidad antes de entrar al colegio y que los papás sepan también que si a alguien se le sorprende usando, tirando una bomba molotov, se tiene que ir. No hay espacio para discusión. Efectivamente cuando esto es gris y cuando hay sentimiento de impunidad se escala la violencia. Lo que sí te puedo decir, y me hago responsable, es que la violencia física y verbal en los colegios es cada vez mayor porque no hay un set de convivencia claro, con consecuencias claras. No hay ni consecuencias ni responsabilidades, y cuando eso pasa, cada uno hace lo que quiere.

Rol de los directores: «En el mundo municipal las atribuciones son prácticamente cero»

-Usted mencionó en una reciente entrevista en Radio Duna que el director es clave, ¿cómo se potencia esa figura?

-Los directores son la pieza principal en nuestro sistema educativo y, al mismo tiempo, y lamentablemente, son la pieza olvidada. El director finalmente es la persona que más información tiene de la comunidad, que más conoce a los profesores y estudiantes. Debemos relevar el rol del director, confiar en ellos. Yo no quiero que se les dé atribuciones a los directores solamente por esta ley, hace mucho tiempo vengo hablando que los directores son la pieza clave tanto para la convivencia como para el desarrollo académico para los estudiantes.

-El ministro Gonzalo Blumel señaló que los directores han ido perdiendo facultades sistemáticamente para poder imponer la disciplina en los colegios.

-Es interesante entender la historia de esto. Los directores de colegios fueron personas que, en 1989, cuando Pinochet dejó el poder, los dejó inamovibles, eran personas designadas por Pinochet. Entonces llegó el gobierno de Patricio Aylwin y ¿qué es lo que hizo? Dijo «perfecto, si ustedes son inamovibles, yo les voy a quitar autoridad» y eso hizo. Lo que pasó después de eso es que nadie se acordó de devolverles autoridad, y en el mundo municipal las atribuciones son prácticamente cero.