El centro de estudios Espacio Público, que encabeza el economista Eduardo Engel, propuso este lunes que la Región Metropolitana entrara en “hibernación”, imponiendo más medidas de confinamiento, ampliando el toque de queda y restringiendo al máximo el acceso al transporte público, para controlar el aumento de contagios en el país. Una idea que fue descartada por el ministro de Salud, Enrique Paris.

Durante el programa La Mirada Líbero en Agricultura el experto comunicacional y director del Centro de Reputación Corporativa del ESE Business School de la Universidad de los Andes, Pablo Halpern, dio su visión sobre la propuesta del centro de estudios, sobre la estrategia comunicacional que ha seguido gobierno y también sobre el cambio en el ministerio de Salud.

-Vimos el cambio en el ministerio de Salud, en una semana además extremadamente compleja para el país por el aumento de casos por coronavirus. ¿Qué le pareció esta decisión del gobierno como señal, y cómo explica, desde el punto de vista  comunicacional, la salida del ex ministro Mañalich?

-Quisiera referirme al cuadro más general primero, la autoridad, más allá del ministro de Salud, no ha logrado persuadir a la ciudadanía a que adhiera a las normas sanitarias, que permitirían bajar las tasas de contagio y así descomprimir el sistema hospitalario. Esto ha ocurrido a lo menos en parte por un sinnúmero de errores comunicacionales que la autoridad ha cometido, que son muchos. Primero, el mensaje del gobierno, y no estoy seguro que esto va a cambiar, por lo visto en los primeros días con el nuevo ministro, predomina un mensaje eminentemente catastrofista, que según estudios en el campo de la comunicación para la salud han demostrado claramente que activan mecanismos de negación en la gente, que no cambia las conductas. El spot de un paciente en una ambulancia intubado con el ruido de la sirena de la ambulancia es un ejemplo exactamente de lo que no hay que hacer en materia de comunicaciones.

La única herramienta que puede generar una salida a la pandemia, hasta que nos llegue una vacuna, un tratamiento, es la capacidad de convencer a la gente de que se comporte de otra manera».

En el mensaje del gobierno no ha habido, y eso sigue siendo cierto, ni un solo componente esperanzador o de futuro en el mensaje que le da a la gente una razón positiva por la cual cambiar su comportamiento. Y me parece especialmente extraño que la autoridad ni siquiera dé cuenta de los avances que hay en materia de vacunas y tratamientos. La estructura del mensaje del gobierno sobre la pandemia no tiene elementos de futuro, es como si jamás fuera a haber tratamiento, o vacuna, o nada, no hay ni una sola frase esperanzadora, ni siquiera en ámbitos en donde hay algunas buenas noticias que reportar. Y por otro lado, la autoridad se empeña en comunicar exclusivamente la dimensión contable de la pandemia, son como contadores, números de contagios, de fallecidos. Lo que pasa es que los números comienzan a perder significado, la gente se vuelve insensible porque ya 10, 15, 20 mil empiezan a sonar a lo mismo. Por eso se dice que la contabilidad no es comunicación. Y luego, las palabras son importantes, se empieza a introducir un lenguaje ya no de película de ciencia ficción, sino de película de terror… «hibernación», «ciudad dormida», entre otros, que generan un clima no apto para el modelamiento de nuevos comportamientos sociales. Y finalmente nos aproximamos a un régimen semi carcelario que no es más que una manifestación extrema del fracaso de las autoridades para convencer a la ciudadanía que se comporte de otra manera.

En el gobierno predomina un mensaje eminentemente catastrofista que según estudios en el campo de la comunicación para la salud han demostrado que activan mecanismos de negación en la gente, que no cambia las conductas».

-¿Qué le ha parecido, hasta el minuto, el rol del nuevo ministro Enrique Paris?

-El ministro Paris, lo que hecho primero, es hacerse cargo de un problema político. Sentó en la mesa a todas la sociedades científicas, entre otras entidades, con lo cual está intentando que no se le abran flancos de críticas, al menos tan rápido. Y eso se entiende desde el punto de vista político. Pero lo principal sigue siendo hablarle a la gente de un modo que la vuelva más receptiva… Ayer vi una conferencia de prensa del ministro, una de las primeras, siguen siendo informes contables, cada día hay más gente alrededor de las distintas mesas que hacen reportes, el tono sigue siendo poco empático y la fatiga de material que vamos a ver en la ciudadanía finalmente puede tener efectos impredecibles. Y hay tanta gente alrededor de la mesa que cada día es menos claro quién está tomando las decisiones. Entonces entra el ministro, no instala realmente un esquema de comunicación distinto, en la dirección correcta. Estamos como decía, en un régimen semi carcelario que no es gratis, habrá daños para la salud física y mental de las personas, hay familias separadas, pero de estos aspectos la autoridad sanitaria ni siquiera habla. Y como no lo hace, la conexión por la vía empática no se produce, entonces, ¿cuál es la idea? me pregunto yo, ¿sofocar comunicacionalmente a la ciudadanía con catastrofismos, para luego someterlos a un régimen semi carcelario? Eso puede funcionar por un mes o algo más, pero el problema es que este virus va a estar mucho tiempo entre nosotros como para hacer de la hibernación la herramienta principal de nuestra convivencia. No es sustentable ni siquiera desde el punto de vista de la salud pública. Finalmente la persuasión es un desafío ineludible, la única herramienta que puede generar una salida a la pandemia, hasta que nos llegue una vacuna, un tratamiento, es la capacidad de convencer a la gente de que se comporte de otra manera.

-¿Y piensa que el aumento de casos se podrían explicar en parte por esos errores comunicacionales?

-Yo no soy epidemiólogo, no sé exactamente qué es lo que está generando el aumento de los casos, pero sí creo que el modo cómo se ha manejado esto desde un punto de vista comunicacional no contribuye a que la gente cambie su comportamiento, y en consecuencia, eso pudiese estar no permitiendo que la curva de contagios se aplane.

Para mí el tema prioritario es construir una estrategia de comunicación que impacte positivamente sobre el comportamiento de la gente. Y esto significa ir más allá de la dimensión contable de la crisis».

-En ese sentido, ¿cuál es el desafío para el nuevo ministro Paris con respecto a la nueva estrategia comunicacional en el manejo de esta pandemia? ¿Qué requiere esta nueva etapa?

-Para mí establecer confianza al interior de las distintas organizaciones gremiales de la salud no es el tema prioritario. Para mí el tema prioritario es construir una estrategia de comunicación que impacte positivamente sobre el comportamiento de la gente. Y esto significa ir más allá de la dimensión contable de la crisis, cuántos contagiados, cuántos muertos, cuántas regiones en cuarentenas, cuántas comunas salen de cuarentena, qué comunas se suben y bajan. Esas son herramientas muy útiles para definir políticas públicas en relación a la pandemia, pero no es una información que por sí sola cambie el comportamiento de la gente, que es algo que por lo demás está demostrado que no lo hacen. Si no hay una dimensión temática en la comunicación, si no hay un mejor equilibrio entre las malas noticias y una mirada de salida de la crisis; si no hay una comunicación más humana del efecto de lo que está pasando en las personas, si solamente se habla de mano dura, de hibernación, de ciudad muerta, va a ser muy difícil que veamos cambios en el comportamiento de la gente.

Cuando entramos a la esfera de lo digital, demasiadas veces se nos ha comprometido privacidad de datos y eso se transgrede una y otra vez».

-Usted habla de la hibernación, pero el gobierno rechazó introducir este concepto que proponía Espacio Público en la RM para controlar los contagios…

-Sobre esto me gustaría decir dos cosas. La primera, yo tengo mucho respeto por el trabajo que hace la gente de Espacio Público, creo que tienen que ser escuchados, pero la comunicación no es el fuerte de ellos, y el uso de expresiones como hibernación y ciudad dormida fueron lamentables, no ayudan en nada a la construcción de un clima que le permita a la gente, desde un modo positivo, cambiar de comportamiento. Si bien es cierto el ministro se apuró en desacreditarlo, lo que estuvo bien, una vez que ya está metido en el imaginario de la gente, ya el efecto negativo se produce, y en ese sentido Espacio Público sin duda cometió un error.

-El gobierno anunció que evalúa hacer seguimiento vía celulares para el monitoreo de la movilidad en comunas en cuarentena. ¿Qué le parece esto?

-Me parece complejo. Se dice que se haría preservando la privacidad de los datos de las personas. Pero cuando entramos a la esfera de lo digital, demasiadas veces se nos ha comprometido privacidad de datos y eso se transgrede una y otra vez. Para qué hablar del acto de confianza que se le pide a la ciudadanía cuando un gobierno, este o cualquier otro, interviene teléfonos. Delicado.

 

*Entrevista editada para versión escrita. Para escucharla completa puedes hacerlo aquí: