El domingo pasado las miradas en España estuvieron centradas en Pablo Casado (37), diputado y presidente del Partido Popular (PP). Con un discurso de una hora y cinco minutos -durante la Convención Nacional de la colectividad– llamó a «refundar» a la centroderecha desde los valores clásicos como la libertad económica y educativa, fortalecimiento institucional, reforma de la administración e intensificar la seguridad.

Casado, quien lleva seis meses en la cabeza de la colectividad, pidió la unidad del voto en el sector político y a combatir la «peste del nacionalismo», desatando los aplausos entre los asistentes. Puntos que fueron calificados como un giro en relación a Mariano Rajoy, al apostar directamente por el retorno del partido a la ideología liberal y a los valores de la derecha clásica.

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“Fue un gran acierto aunar todo aquel que no se sintiera de izquierda y eso es lo que ahora está en riesgo en España, con la irrupción de nuevos partidos, una fragmentación electoral (…) A España no le va mejor con menos PP, al revés. Nunca han mandado tanto los nacionalista y los radicales, y nunca ha sido más difícil forjar alianzas sólidas frente a ellos”, dijo Casado durante el encuentro.

Además, hizo un llamado a “volver” a la esencia del partido, apuntando a quienes dejaron el Partido Popular para integrarse a las filas de Vox y Ciudadanos. “Aquellos que se han ido a buscar afuera del PP, el PP no lo han encontrado ni lo van a encontrar. Este es el único Partido Popular, el verdadero. Tenemos que volver a conquistar su confianza… queremos que vuelvan ya, pero saliendo a buscarlo. Tenemos que volver a hacer popular este partido”, sostuvo el líder del partido frente a cientos de dirigentes.

A Casado se le ha considerado como el “hijo político” de dos representantes del sector liberal: el ex Presidente José María Aznar y la presidenta de la Comunidad Madrid, Esperanza Aguirre, quienes estuvieron en primera fila escuchando el discurso del dirigente del PP. Al término de su discurso destacó que el partido “ha vuelto” y aseguró que quiere ser “todo a la derecha del PSOE”.

¿Cómo ven esas ideas los líderes de Chile Vamos? El Líbero consultó a los presidentes de partido, Mario Desbordes (RN), Jacqueline Van Rysselberghe (UDI), Hernán Larraín Matte (Evópoli) y Hugo Ortiz De Filippi (PRI), su visión sobre cómo se refleja en Chile algunas posturas que, durante los últimos meses, ha propuesto el nuevo «rockstar» de la centroderecha española.

“Kast no es mi adversario. Mi adversario está al otro lado”

Uno de los lineamientos que destaca el líder del PP es precisamente aunar las fuerzas del sector y que se reintegren los militantes que se desplazaron al Vox y a Ciudadanos. Si bien en Chile Vamos los partidos están agrupados en la coalición de Gobierno, durante las últimas semanas ha estado en el debate la influencia de José Antonio Kast en el sector, especialmente en la bancada de Renovación Nacional. ¿Podrá ser el camino que propone Casado una vía para el bloque?

La senadora Van Rysselberghe destaca que con Kast «existen coincidencias de determinados principios, entre ellos, la defensa de las libertades individuales, el compromiso social con los más necesitados y el emprendimiento como motor de desarrollo». Agrega que «con quienes tenemos coincidencias en los aspectos centrales hay espacio para aunar fuerzas, ya que nos permitiría enfrentar de mejor manera a la izquierda y lograr triunfos electorales».

Desbordes coincide. «Kast no es mi adversario. Mi adversario está al otro lado y por lo tanto tenemos que juntarnos bajo el mismo paraguas que se llama Chile Vamos». Y admite no tener «problemas» con que el dirigente de Acción Republicana se integre en las primeras del bloque. «Con Kast compartimos cosas importantes, en otras estamos en desacuerdo, pero eso es normal en una coalición», dice.

Con quienes tenemos coincidencias en los aspectos centrales hay espacio para aunar fuerzas, ya que nos permitiría enfrentar de mejor manera a la izquierda y lograr triunfos electorales», señala Van Rysselberghe.

«El bloque está abierto a sumar nuevos actores», dice Larraín Matte, pero advierte que Chile Vamos enfrenta una realidad distinta a la del PP, que es oposición. «Somos cuatro partidos que hemos construido una coalición, estamos trabajando juntos y queremos proyectar este gobierno». En relación a la figura de Kast, agrega: «Si hay personas que quieran sumarse a nuestra coalición, en la medida que compartan los principios de Chile Vamos, el programa de gobierno, por supuesto que están abiertos a sumarse».

El tono distinto lo entrega Ortiz De Filippi. Su mirada es la que más se asemeja con las propuestas de Casado, puesto que asegura en Chile hay un «exceso de partidos políticos y que tienen que producirse algunas alianzas». Para él, los partidos que representas las ideas de centro «deberían encontrar un denominador común», dejando de lado las «ambiciones».

«Claramente todo lo que esté desde Mariana Aylwin podríamos estar bajo un mismo paraguas»

Casado postula reunir todos los partidos que estén a la derecha del PSOE, escenario que pareciera no trascender hasta la realidad nacional pero en Chile Vamos no esconden el interés por algunas figuras que fueron parte de la Concertación. El nombre de Mariana Aylwin es uno de los que genera simpatía en el sector. De hecho, el año pasado la ex ministra de Educación lideró el plan «Todos al Aula», impulsado por el gobierno.

«Algunos sectores de la derecha han realizado, en distintos periodos, acercamientos con algunos sectores de la DC para intentar converger hacia un proyecto de centro, pero no ha pasado de una declaración de intenciones», destaca Van Rysselberghe. En todo caso, destaca que «siempre habrá espacios para llegar a acuerdos» y valora la participación del vicepresidente ejecutivo de Corfo, Sebastián Sichel, en el gobierno.

Todo lo que esté desde la Mariana Aylwin, incluso desde los ex Ciudadanos podríamos estar bajo un mismo paraguas, si confluimos en un proyecto común de futuro», apunta Desbordes..

Para Desbordes los acercamientos con la Democracia Cristiana se ven más difíciles, pues asegura que hay «un sector que está más a la izquierda que el Frente Amplio, a veces». Pero afirma que con los movimientos de centro existen más opciones de estrechar los lazos: «Claramente todo lo que esté desde la Mariana Aylwin, incluso desde los ex Ciudadanos podríamos estar bajo un mismo paraguas, si confluimos en un proyecto común de futuro».

Larraín Matte asegura que Chile Vamos «está con las puertas abiertas» y muestra interés por los sectores de centro, especialmente a parte de la Concertación. «Si el día de mañana hay sectores de centro huérfanos de la Concertación, de la izquierda, personas que dejaron la DC y que ven en Chile Vamos un proyecto de futuro, por supuesto que son bienvenidos», sentencia.

Con buenos ojos ve el presidente del PRI, la opción de sumar las filas de la coalición a personeros como Aylwin, integrantes de Ciudadanos y los ex DC, Gutenberg Martínez y Soledad Alvear. «Si nos juntásemos de verdad, tendríamos un apoyo popular fuerte y representaríamos un porcentaje importante de la comunidad nacional. Estoy de acuerdo con ese tipo de alianzas», dice.

Libertades como idea fuerza: «Ese es el ‘desde’. El progreso social del país es un factor primordial»

Otra de las ideas fuerza de los ejes impulsados por Casado fue volver a los valores clásicos del Partido Popular: la libertad. Y es en ese punto, donde los líderes del bloque apuntan que ha sido uno de los principales motores del programa de gobierno, pero que se debe complementar con la movilidad social. Algo que está asociado con el rol que debe jugar el Estado.

Me parece muy bien que el PP español vuelva a ratificar su compromiso con la libertad», destaca Larraín.

La ex intendente de la VIII Región asegura las libertades para Chile Vamos «es el desde. Para nosotros como coalición, y en especial para el proyecto de la UDI, el progreso social del país es un factor primordial, especialmente la red de protección para la clase media y los más necesitados». Y destaca que esos principios son «una parte importante del eje de Chile Vamos, pero el compartir una cultura política común, un estilo de convivencia y una mirada de largo plazo son componentes que no pueden estar excluidos de los ejes del sector».

Creemos que el Estado tiene que tener la fuerza necesaria para poder impedir los excesos en los que caen algunos personajes de la vida empresarial. Ahora, esas son excepciones», señala Ortiz De Filippi.

El diputado RN asegura que el planteamiento de Casado sobre las libertades ha sido una realidad de Chile Vamos. Añade que ese punto está en el corazón de la coalición pero que «no bastan solas». «Hay que complementarlo con la movilidad social, con que el Estado tenga un rol social donde tendrá que apoyar a los que más lo necesitan o que tendrá que tomar medidas para una clase media protegida», sostiene.

En tanto, para el presidente de Evópoli, la libertad, la justicia, el entendimiento y el progreso son parte del proyecto que gobierna. Y al igual que sus pares de coalición enfatiza que el desafío de avanzar hacia una sociedad libre «es la idea fundamental», pero debe ser «justa», con progreso para todos. «Me parece muy bien que el PP español vuelva a ratificar su compromiso con la libertad», remata.

Por su parte, Ortiz asegura que «creemos nosotros en la libertad, pero no en el abuso. Creemos que el Estado tiene que tener la fuerza necesaria para poder impedir los excesos en los que caen algunos personajes de la vida empresarial. Ahora, esas son excepciones, el 90% de la gente respeta las reglas del juego».