El jueves 31 de agosto, la directora del INE, Ximena Clark, dio a conocer  los datos preliminares del Censo 2017, que arrojó una población de 17.373.831 habitantes en el país.

En el proceso hubo un total de 6.356.073 viviendas censadas, lo que corresponde a 98,98% de cobertura, según el INE.

Sobre este censo, que prometió durante su campaña electoral de 2013, la Presidenta Michelle Bachelet dijo que permitió “recuperar una elogiada tradición chilena”, y que “como ha sido su costumbre centenaria, Chile ha vuelto a realizar un buen censo”.

Sin embargo, más allá del optimismo de las autoridades de Gobierno, este Censo arroja una serie de dudas, que detalla en exclusiva para “El Líbero” el ex director del INE, Juan Eduardo Coeymans, quien asumió en mayo de 2013 tras la salida de Francisco Labbé, en medio de los cuestionamientos al Censo de 2012 y luego fue sacado cuando llegó este gobierno.

Coeymans es doctor en Economía de la Universidad de Oxford, e ingeniero comercial de la Universidad Católica, donde fue profesor varias décadas, y actualmente es profesor titular de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello.

-¿Cuál es su evaluación del Censo 2017?

-En el plan de trabajo, entregado en diciembre de 2013 y sacado de la web, el INE recomendó hacer en 2016 un conteo de población en la modalidad de censo de derecho. Esto permitía tener un punto intermedio entre los censos completos que se realizan cada diez años, mejorando así la estimación de la evolución de la población. En ese plan de trabajo, se recomendaba acompañarlo de una “encuesta post censal”, que es el método más idóneo para calcular la tasa de omisión de población, omisión que se suma a la población efectivamente censada para el cálculo de los totales de población. Desgraciadamente, el INE desechó hacer esta encuesta y decidió sustituirla por el método de “conciliación censal”, que es un método de “segundo mejor” y, por lo tanto, seguiremos con dudas sobre cuantos somos. Con la información de cifras preliminares de viviendas y población que entregó el INE, es posible hacer un juicio sobre la cobertura de viviendas y algunas apreciaciones sobre la población.  Para el caso de las viviendas, la proyección de viviendas existentes el «día» del Censo, usando la cifra del pre Censo y sumando la proyección de crecimiento de viviendas entre pre Censo y Censo, es de 6.542.180. Como el Censo 2017 registró 6.356.073 viviendas, no se habrían contabilizado 186.107 viviendas. En consecuencia, usando el mismo criterio utilizado por la Comisión Nacional que evaluó negativamente el Censo 2012, la omisión de viviendas del censo 2017 fue de un 2,84%, versus el 1,8% del Censo 2012, reportado por esa misma comisión. Claramente, la omisión de viviendas de este censo abreviado 2017 fue mayor que la del Censo 2012.

Coeymans: «Usando el mismo criterio utilizado por la Comisión Nacional que evaluó negativamente el Censo 2012, la omisión de viviendas del censo 2017 fue de un 2,84%, versus el 1,8% del Censo 2012, reportado por esa misma comisión. Claramente, la omisión de viviendas de este censo abreviado 2017 fue mayor que la del Censo 2012»

-El 31 de agosto el INE señaló que la omisión de viviendas fue de 1,02%. ¿Es correcto?

-Este cálculo es erróneo puesto que compara el stock de viviendas del “día” del Censo con el stock del pre Censo. Como este último fue realizado nueve meses antes del Censo, en promedio, el stock de viviendas del pre Censo subestima el stock existente en el «día» del Censo y, por lo tanto, subestima la omisión de viviendas. Respecto a la población, aplicando el mismo criterio para calcular la omisión que usó la Comisión Nacional, de comparar la población del censo 2017 con la proyección de población vigente y calculada por el propio INE para 2017, nos encontramos con una región que presenta una omisión mayor que el 11%, otra región con una omisión sobre el 9%, varias regiones con omisiones sobre el 7% y la principal región del país en tamaño, la región metropolitana, con un 6% de omisión. En cuanto a la capacitación de los censistas, aspecto crucial para la calidad de las respuestas, en este censo se programaron cuatro horas o menos, versus cinco días programados en el censo de 2012, que se aplicaron al 73% de los encuestadores y un poco menos al resto.

Coeymans: «Encontramos con una región que presenta una omisión mayor que el 11%, otra región con una omisión sobre el 9%, varias regiones con omisiones sobre el 7% y la principal región del país en tamaño, la región metropolitana, con un 6% de omisión»

-¿Hay diferencias importantes en omisión de población?

-La omisión de población total no tiene diferencias significativas respecto a la de 2012 si se restan al Censo 2017 los 98.000 turistas que no se incluyen en los censos de derecho, y sí se incluyen en el censo de 2012 la estimación de “los moradores ausentes”, estimación que en un censo de derecho es técnicamente aceptado. Debe recordarse que la estimación de moradores ausentes fue validada estadísticamente mediante simulaciones, donde se extraían de la base de datos censal muestras de 800.000 viviendas de tamaño relativamente pequeñas y se aplicaba el método de estimación de los moradores ausentes y luego se comparaba con los datos reales. El resultado de estos ejercicios fue que las estimaciones de moradores ausentes eran estadísticamente no diferentes de las reales, lo que validó el método de estimación de los moradores ausentes. Desgraciadamente, por motivos desconocidos, la Memoria Censal que, entre otros hechos, reporta estos ejercicios, fue sacada de la web del INE. En resumen, el Censo 2017 no fue exitoso como se esperaba en cuanto omisión, que era su principal foco, se hicieron menos preguntas y hubo muchos más recursos directos aportados al INE -$50.000 millones en vez de $37.000 millones que costó el censo 2012, ambas cifras en pesos de julio de 2016- y se dejó de recaudar impuestos por más de 90.000 millones, debido a la casi paralización del país. A pesar de esto, los datos serán útiles para propósitos de caracterización de la población, pero no tan útiles para saber cuántos somos.

Coeymans: «En resumen, el Censo 2017 no fue exitoso como se esperaba en cuanto omisión, que era su principal foco (…) Los datos serán útiles para propósitos de caracterización de la población, pero no tan útiles para saber cuántos somos.»

-¿Qué información diferente entregó este Censo respecto del de 2012?

-Una diferencia importante es que incluyó cerca de la mitad de las preguntas, 21 versus 42. Lo otro diferente fue la entrega de la información preliminar. Históricamente, y manteniendo una tradición de transparencia, para todos los censos anteriores a este censo 2017, el INE ha publicado los resultados preliminares incluyendo información a nivel de comuna y desglosada, es decir las viviendas según su tipo, y la población desglosada por sexo. Para este censo 2017, es muy preocupante que el INE, a diferencia de los últimos Censos, al momento de entregar resultados preliminares no haya informado sobre la población y viviendas a nivel de comuna, cuyos datos debe tener, puesto que son necesarios e imprescindibles para obtener los totales regionales que publicó. Esta ausencia de información daría a entender que cuando se desagrega por comuna, los altos porcentajes de omisión ya determinados para las regiones pueden ser mayores para algunas de las comunas que las conforman, pudiendo entonces ser aún menos confiables.

Coeymans: «Para este censo 2017, es muy preocupante que el INE, a diferencia de los últimos Censos, al momento de entregar resultados preliminares no haya informado sobre la población y viviendas a nivel de comuna, cuyos datos debe tener, puesto que son necesarios e imprescindibles para obtener los totales regionales que publicó»

-Según las proyecciones del INE, en 2012 la población era de 17.444.799 y 5 años después, el Censo 2017 contabiliza 17.373.831. ¿Por qué esa diferencia?

-Como usted bien lo señala, según las proyecciones del INE, en 2012 la población era de 17.444.799 y cinco años después, el INE dice que el Censo 2017 contabiliza 17.373.831. O sea, en un lapso de cinco años, en Chile habrían muerto miles de personas y no habría nacido nadie, y no habría llegado a radicarse al país ninguno de los cientos de miles de inmigrantes provenientes de países limítrofes u otros provenientes de países como Haití y Venezuela. Obviamente, es absurdo que cinco años después, la población contabilizada en este censo 2017 sea menor que la de 2012. Una interpretación a este absurdo que deja al descubierto las cifras de este censo 2017, es que la estimación de población del INE para el año 2012 que utilizó la Comisión Nacional que evaluó el censo de 2012, estuvo “sobre estimada” y los cálculos de omisión de esa comisión del Censo 2012, que llevaron a desecharlo, serían erróneos, ya que estarían “sobrestimados”. Otra alternativa de interpretación es que la omisión de este censo 2017 es mucho mayor de lo previsto, como ya se vislumbra a nivel de viviendas.

Coeymans: «Según las proyecciones del INE, en 2012 la población era de 17.444.799 y cinco años después, el INE dice que el Censo 2017 contabiliza 17.373.831. O sea, en un lapso de cinco años, en Chile habrían muerto miles de personas y no habría nacido nadie, y no habría llegado a radicarse al país ninguno de los cientos de miles de inmigrantes»

-¿Son confiables las cifras de este Censo para utilizarlas en las políticas públicas?

-Si se utilizara el mismo criterio adoptado por la Comisión Nacional que evaluó el censo 2012 y lo desechó, entonces, según las cifras preliminares dadas a conocer por el INE, se debiera aplicar el mismo criterio y desechar la información de este censo 2017. Sin embargo, hacer esto revelaría deficiencias en la formación estadística. Dependiendo de la calidad de las respuestas a las variables de vivienda y población consultadas en el cuestionario censal, incluyendo tasas de no respuesta y otros indicadores, la recomendación internacional y de los expertos en censos de población y vivienda es que no se deseche la información censal, inclusive si la omisión de cobertura es muy alta como lo es la de este Censo 2017.

-¿Y  para efectos de caracterizar a la población, los datos son útiles?

-Sí, ya que omisiones de población de 10%, cuando las diferencias reales de alguna característica entre la población censada y la omitida llegara a 10 puntos porcentuales, generan sesgos de un punto porcentual entre el valor verdadero y el valor estimado. Por lo tanto, incluso en este evento no se justifica “botar” los datos, como se hizo con el Censo de 2012. La información recolectada será más útil si se complementa con la del Censo 2012, que fue evaluado positivamente por la Comisión de Expertos Internacionales y por el equipo del INE. Le recuerdo que en febrero de 2014 y siguiendo las recomendaciones de los expertos internacionales en censos (comisión internacional evaluadora del censo 2012) publicamos los resultados del censo 2012 incluyendo la entrega de la respectiva base de datos. Las tasas de no respuesta a las preguntas del cuestionario censal fueron excelentes y muy por debajo de rango máximo permitido. Esto es tan importante como el análisis de omisión, ya que se puede tener cero por ciento de omisión, pero si las personas contestan muy pocas preguntas, poco sirve. Adicionalmente, se entregó un estudio detallado de la calidad de los datos y de los procesos de consistencia de los mismos, que el INE decidió bajar de la web.

Coeymans: «La información recolectada será más útil si se complementa con la del Censo 2012, que fue evaluado positivamente por la Comisión de Expertos Internacionales y por el equipo del INE»

-¿Cuál sería su recomendación?

-Independiente de las altas tasas de omisión de viviendas y población que tiene este censo 2017 y que dejaron de manifiesto las cifras preliminares entregadas por el INE, la recomendación sería esperar la entrega de la base datos, la entrega de las tasas de no respuesta, la entrega de las tasas de respuestas erróneas y además realizar todos los estudios de calidad de las variables censales, y en función del análisis y ponderación de toda esa información tomar las decisiones que correspondan. Pero nunca esconder los datos ni los informes técnicos sobre el proceso. La gente debiera saber que los censos, por sí mismos, no dan la cifra de cuántos somos, ya que todos los censos tienen alguna omisión de población. Lo recomendable técnicamente es que sean complementados con una encuesta post censal, que ahora no se programó.

Coeymans: «La gente debiera saber que los censos, por sí mismos, no dan la cifra de cuántos somos, ya que todos los censos tienen alguna omisión de población. Lo recomendable técnicamente es que sean complementados con una encuesta post censal, que ahora no se programó«

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