“Más y mejores empleos” fue uno de los eslóganes que la Presidenta Michelle Bachelet utilizó durante su campaña electoral, para lo cual comprometió un fuerte impulso al empleo femenino y ha reducir las brechas salariales.

En la página 94 de su programa, la Mandataria prometió “aumentar el número de chilenas con empleo. Sólo 5 de 10 chilenas tiene trabajo, este número cae a 3 de cada 10 mujeres en el 60% de los hogares más pobres. Queremos llegar a los niveles de los países desarrollados donde 6 de cada 10 mujeres tiene empleo”.

Para ello, Bachelet aseguró que para aumentar “la ocupación femenina en empleos formales elevaremos la cobertura del subsidio al empleo femenino llegando al 60% de hogares de menores ingresos.

Pero, ¿qué ha pasado con el empleo femenino durante los tres años y medio de gobierno de Bachelet?

La encuesta de desempleo en el Gran Santiago, que dio a conocer ayer la Universidad de Chile, entrega valiosa información sobre la realidad del mercado laboral de las mujeres chilenas.

Contrario de los deseos de Bachelet, el desempleo femenino ha estado durante casi todo su  mandato con cifras altas, llegando a un peak de 11,1% en marzo de 2016. La tasa de junio pasado, según la misma encuesta, fue de 8,5%.

Durante los dos últimos años, la desocupación de las mujeres se ha mantenido entre 7,5% y 11,1%, con un promedio sobre 8%.

Además, si la promesa de la Mandataria fue llegar a una tasa de 60% de participación de las mujeres en el mercado laboral, la realidad muestra que apenas ha variado ya que sigue en 52,1%, cifra muy similar a cuando llegó al gobierno en marzo de 2014. La de los hombres está en 71,2%.

En la misma línea, las mujeres ocupadas en relación a la población en edad de trabajar es de 48,3%, la misma que había en junio de 2015.

De hecho, en marzo pasado, durante la celebración del Día de la Mujer, Bachelet admitió que “hemos tenido avances en participación laboral donde llegamos a un 47,4%, pero somos el país de la región con más baja participación laboral por lo que hay mucho que hacer al respecto«.

La brecha de ingresos entre mujeres y hombres no mejora

La brecha entre salarios de hombres y mujeres es un recurrente tema de desigualdad al que la Presidenta también puso como prioridad.

“Estos empleos deben ser formales, con todos sus beneficios, y con salarios justos que no presenten una brecha entre hombres y mujeres”, afirmó Bachelet en su programa de gobierno.

Pero, una vez más, los números son lapidarios, ya que en mayo de 2017 las mujeres ocupadas recibían un 72,8% del total de los ingresos que recibían los hombres ocupados, lo que significa una brecha inferior a la registrada hace un año cuando alcanzaba 73,0%, lo que puede ser atribuible tanto a diferencias en características de la demanda como de la oferta de trabajo, masculina y femenina, explica la Universidad de Chile.

En mayo de 2017, los ingresos promedio por hora de hombres ocupados superaban en 23,8% los de las mujeres ocupadas, lo que representa una brecha superior a la de un año antes cuando la diferencia alcanzó un 23%.

Ello, ya que las mujeres ganan en promedio, $585 mil, y los hombres $804 mil.

Economista: «Con una economía estancada, los buenos deseos no ayudan a las mujeres»

Para la investigadora del ESE Business School, Cecilia Cifuentes, el discurso de la Presidenta está fuertemente enfocado en el objetivo de mejorar la situación laboral de la mujer en Chile, sin embargo, «con una economía estancada, los buenos deseos no ayudan a las mujeres«.

“Mientras que en el gobierno anterior la tasa de ocupación femenina subió cuatro puntos, pasando de 44% a 48%, durante este gobierno ha estado estancada en niveles de 48%. Los hechos muestran que no se ha mantenido la mejoría en la situación laboral femenina», afirma Cifuentes.

El economista de Clapes-UC, Juan Bravo, explica que en general, la tasa de desempleo femenina siempre es mayor que la masculina, lo que tiene que ver con factores culturales que se replican en las leyes laborales, en donde se asume que es la mujer la principal responsable del cuidado de los hijos, lo que termina encareciendo artificialmente el costo de contratarlas.

“Si nos vamos a los factores coyunturales, la tasa de desempleo en el Gran Santiago de acuerdo a Microdatos de la Universidad de Chile, desde junio de 2014 hasta junio de 2017 ha subido en 1,3 puntos en el caso de los hombres y en 1,6 puntos para las mujeres, ligeramente superior al de los hombres”.

Bravo agrega que durante el último año el aumento en la tasa de desempleo es de igual magnitud: 0,4 décimas. “De esta manera, según estas cifras, ambos géneros han sido similarmente golpeados por el actual frenazo económico”, concluye el economista.

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