Gracias a su bestseller “El capital en el siglo XXI”, el economista francés Thomas Piketty ha sido catalogado como “el nuevo Marx” y está muy bien ubicado en los rankings de los intelectuales públicos más influyentes. Su tesis –construida por medio del análisis de una gran cantidad de datos- es que en el largo plazo la tasa de retorno del capital sobrepasa la tasa de crecimiento económico, lo cual provoca desigualdad al generar que una proporción mayor del ingreso vaya a manos de los que poseen capital (los ricos), mientras la parte que va a quienes viven de su salario es menor e incluso va en descenso.

Muchos han salido al camino de Piketty, desde el multimillonario Bill Gates hasta el historiador Niall Ferguson. Sin embargo, un nuevo crítico está atrayendo atención, debido a la solidez de sus argumentos y a su corta edad.

Matthew Rognlie tiene sólo 26 años y es estudiante de posgrado en el MIT. Lo que le ha traído súbita fama es que, por medio de un paper recién presentado en una conferencia económica convocada por el think tank Brookings Institution en Estados Unidos, el joven economista desarma la tesis de Piketty punto por punto.

“Deciphering the fall and rise in the net capital share” está generando creciente interés en la comunidad académica, debido a los tres argumentos que utiliza Rognlie para rebatir los postulados de Piketty. Primero, sostiene que es probable que la tasa de retorno del capital decaiga en el largo plazo, en lugar de mantenerse en niveles altos, como postula Piketty. Esto se debe a que el joven economista norteamericano toma en cuenta un principio económico que Piketty desatiende: la ley de los rendimientos decrecientes. En la economía moderna, la depreciación de variadas formas de capital –como el software- es mucho más rápida que lo que ocurría antes con la maquinaria pesada, la cual tardaba años en depreciarse. La nueva realidad obliga a los dueños del capital a destinar una parte cada vez mayor de su ingreso a la reinversión.

En segundo lugar, Rognlie aporta investigación que sugiere que Piketty ha sobreestimado los retornos futuros del capital, debido a que el economista francés confía en la capacidad de reemplazar mano de obra por tecnología. Sin embargo, Rognlie afirma que esto no es tan sencillo, por lo que el dueño del capital se verá forzado a destinar parte importante de su ingreso a pagar por recursos humanos, sin poder reemplazarlos tan rápida e intensamente por adelantos tecnológicos, como cree Piketty.

Por último, el veinteañero ha descubierto que buena parte del ingreso por capital en las últimas décadas se debe al aumento en los precios que ha experimentado el sector vivienda, y que en el resto de los sectores el retorno del capital ha sido estable desde los 70. Esto sugiere que la desigualdad que denuncia Piketty se debe más bien a la lógica de un mercado en particular, y no al funcionamiento de todo el sistema ni a una suerte de “regla de hierro” sobre la tasa de retorno del capital.

Aunque las propuestas de Rognlie ya están despertando críticas, su paper está circulando con fuerza en sectores académicos y algunos medios especializados. Si quiere leerlo, haga click aquí.

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