La salud, junto a la delincuencia, es la dupla que aparece en cada encuesta del Centro de Estudios Públicos como parte de las principales preocupaciones de los chilenos.

La medición dada a conocer este viernes mostró un alza de nueve puntos en la salud como un problema prioritario al que el gobierno debe poner especial atención, ya que subió de 36 a 45 puntos. Lo que se explica en un contexto de fuerte aumento de las listas de espera para cirugías y especialistas, retraso en la construcción de hospitales, entre otras falencias.

Esta vez, sin embargo, y por primera vez desde diciembre de 2011, la encuesta dedicó 12 páginas para auscultar varios temas relacionados con la salud, como el nivel de satisfacción que tienen las personas con la atención que recibe, con el sistema en general, con los médicos, los exámenes, las hospitalizaciones y el tratamiento, entre otros temas.

La salud, además, toma especial relevancia en este año electoral, ya que son varios los especialistas que plantean que será uno de los grandes tópicos que estará presente en los debates de los candidatos presidenciales, e incluso, reemplazará a la educación como tema país.

La salud al pizarrón

La primera pregunta que hizo la CEP fue consultarte al entrevistado por su salud personal. El 44% dijo que es “buena”, cifra que subió cuatro puntos en relación con 2011. Los que la calificaron de “más o menos” cayó de 31% a 25% en el mismo período, y una tendencia similar tuvo el 15% que dijo que tiene una salud “muy buena”.

La siguiente pregunta es una combinación de general vs personal,  ya que se refiere a cuan satisfecho de está con el sistema de salud del país y con la atención que recibe. En la opción “bastante satisfecho”, hay claramente un abismo entre el 15% que califica el sistema de salud en su conjunto con el 25% que responde a título personal. Dicho sistema, además, solo es calificado de “muy satisfecho” por apenas el 9% de los consultados.

La atención de los médicos, enfermeros y profesionales de la salud reciben nota 4,7%, la más alta de todos los ítemes evaluados. De hecho, la otra evaluación azul (4,5) es la calidad de atención del personal no médico. Las seis restantes mediciones tienen nota roja, entre 3,8 y 3,5, como los tiempos de espera para la atención de urgencia, que es la peor evaluada. La facilidad para tomar hora médica, precios de consultas médicas y exámenes, y facilidades para realizar una cirugía reprueban.

42% de los chilenos no quiere pagar más impuestos para mejorar la salud

Entre quienes tuvieron que hospitalizarse, apenas el 16% se declaró “bastante satisfecho”, entre los que se tomaron un examen subió al 28%.

El 79% de los consultados está afiliado a Fonasa, y apenas el 14% a una Isapre, mientras el 9% no tiene cobertura médica.

Ante la pregunta de qué tan cubierto está en su sistema de salud, el 41% dijo que “no bien cubierto” y el 43% “bien cubierto», un incremento de seis puntos desde 2011.

Un resultado curioso, sin embargo, es que ante el mismo costo, el 59% de las personas prefiere atenderse por Fonasa ante el 33% en una isapre.

Otro dato relevante es que el 42% está “bastante o muy indispuesto” a pagar mayores impuestos para mejorar el nivel de atención en la salud, frente al 31% muy dispuesto, un incremento de 12 puntos desde la medición anterior de 2011.

El ex subsecretario de Salud Luis Castillo sostiene que «los datos de salud de la CEP demuestran que la salud sigue estando entre las principales preocupaciones de los chilenos, especialmente ahora que demuestra una notable caída en gestión y un avance en insatisfacción respecto a listas de espera quirúrgicas y de especialidades, trato y sensación de inseguridad con su sistema. Las administraciones que vengan deberán resucitar el sector de salud que ha sido abandonado en los últimos 3,5 años».

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